El presidente de Azul Azul, José Luis Navarrete, y el gerente general de la concesionaria del fútbol de Universidad de Chile, Felipe de Pablo se reunieron en La Moneda con el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, tras el ataque que sufrió el ejecutivo por parte de supuestos barristas de la U.
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Tras la cita, Navarrete volvió a condenar el hecho ocurrido la noche del martes en la comuna de Puente Alto, donde un grupo de delincuentes apedreó el auto del gerente de los estudiantiles, además de ventanales de la casa de los padres del funcionario.
El mandamás del cuadro laico no descartó que de Pablo haya sido seguido y trató a los agresores como lacras durante la tarde del miércoles, en una conferencia dada en el CDA, donde además aseguró que carabineros resguarda el centro de entrenamiento de los azules.
Además, el mismo Navarrete había anunciado que se interpondrían acciones legales en contra de quienes resulten responsables de lo sucedido. De acuerdo a versiones que se manejan, este incidente tendría su origen en el derecho de admisión al estadio que mantiene el club con aquellos hinchas que hayan cometido algún delito.