Las medallas conseguidas por los ex tenistas Fernando González y Nicolás Massú en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, hace exactos 15 años, son consideradas uno de los hitos más importantes en la historia del deporte chileno. A pesar de que se preveía que ambos podían tener una buena actuación en la cancha dura ateniense, los pronósticos no consideraban que se colgaran el primer oro de nuestro país y menos que se cosecharan tres preseas en total, otra dorada y una de bronce.
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Debido a la importancia y a la repercusión mundial que significaron los triunfos de ambos ex deportistas, desde el Consejo Nacional de Educación se propuso incluir esta hazaña en los textos escolares de Historia de Chile, reconociendo la proeza del Vampiro y del Bombardero de La Reina en Atenas, para motivar a futuras generaciones a alcanzar la misma gloria.
«Lo que se les solicita a las editoriales que desarrollan estos textos escolares es que se incorporen relatos, situaciones, personas, hitos motivantes y cercanos a los estudiantes, que el texto escolar resultante sea motivante, para que ellos quieran utilizarlo. No existe un privilegio expreso de determinados hitos deportivos por sobre otros, sino que lo importante es que sean motivantes y les hagan sentido», explican a El Gráfico Chile desde la Unidad de Currículum y Evaluación del Ministerio de Educación.
En esa misma línea, desde el organismo gubernamental aclaran que dentro del currículum de enseñanza nacional no existe la obligación de que se integren este tipo de hechos deportivos en las propias salas de clase. Sí está la opción de que cada profesor los incluya dentro de las clases de Historia, pero depende de cada centro educativo en particular.
«Cada colegio tiene independencia para definir cómo abordar el currículum nacional, que define los objetivos de aprendizaje que se espera sean logrados por cada estudiante, pero no determina hitos deportivos en particular. Lo que sí se demanda es que los aprendizajes sean abordados desde la interdisciplina. Para la confección y aprobación del currículum nacional se realizó una comunicación transversal con los diferentes actores del país, siendo éstos los distintos ministerios, las universidades y actores relevantes de las distintas disciplinas», añaden desde la mencionada Unidad.
El «profe» Feña González
Pensando en recordar la gesta histórica de hace 15 años, González visitó algunos colegios de Santiago para explicar la forma en la que consiguieron las medallas junto a Massú. Aunque no existe una política gubernamental específica para que figuras como el triple medallista olímpico entreguen sus conocimientos a los niños, tanto en el Ministerio de Educación como en el del Deporte destacan la necesidad de que históricos deportistas los apoyen en la motivación de futuras generaciones.
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«Nos gustaría que pudieran estar recorriendo muchos lugares, pero eso a veces se hace difícil, porque ellos están muy activos todo el día. Por lo tanto, la tecnología nos ayuda muchísimo con videos motivacionales, para que ellos sean, de alguna manera, los embajadores y los patrones de ciertos eventos deportivos, donde sus rostros son los que están presentes. Para eso trabajamos hoy día, viendo cómo realizamos un vínculo entre nuestros referentes deportivos y las comunidades escolares», manifiesta la ministra del Deporte, Pauline Kantor.
«Esto también se pregunta en la forma en que se genera una cultura, cómo se vincula con los colegios, con los escolares. Hay muchas formas de hacerlo y para eso tenemos que aprovecharnos de la tecnología, como la digitalización de las aplicaciones y los videos, así que hoy día nos tenemos que plantear, como Ministerio, cómo vamos acercando a estos grandes rostros deportivos a ser referentes para inspirar y motivar a nuestros jóvenes. En eso estamos trabajando y buscando las distintas plataformas», agrega.
«Siempre las figuras destacadas pueden generar gran motivación en los estudiantes. En este sentido, es beneficioso que los establecimientos educacionales inviten a estos deportistas. Sin duda, ello logra fomentar las ramas del aprendizaje en las que se destacan estas personas», añaden desde la entidad educativa.
El vacío post Atenas
A pesar del gran logro de Atenas 2004, el desarrollo del tenis chileno no mejoró tras ese éxito y quedó estancado durante las diferentes administraciones de la Federación, hasta ahora. Con la Fetech intervenida hoy por hoy, las preseas olímpicas parecen lejanas, cubiertas por el polvo y sin una relevancia significativa en las nuevas generaciones para que busquen reeditar la gesta de González y Massú.
«No hay dudas de que este hito histórico marcó a una generación completa. Yo creo que muchos niños, después de ver eso, se incentivaron y agarraron por primera vez una raqueta, y de forma seria, tratando de ser profesionales, viendo cómo podrían llegar a jugar en torneos importantes. Se produjo este gran boom del tenis, que al principio partió con el Chino Ríos. Si uno lo mira con una perspectiva histórica, a 15 años, de alguna manera perdimos una oportunidad, porque teníamos un semillero grande que se nos fue quedando en el camino», apunta Kantor.
«Algo nos pasó que no fuimos capaces de ir robusteciendo esto, de ir generando una escuela de tenistas que se fueran sucediendo unos a otros. Tuvimos un vacío y hoy en día estamos recuperándonos con Garín y Jarry, que vuelven a estar jugando en los torneos importantes. Los vemos pasando rondas y ganándolos, y eso nos impone un desafío que lo trabajamos con la Federación de Tenis, justamente viendo cómo vamos capitalizando estos grandes logros deportivos, para ir generando semillero y talentos», agrega.
A 15 años de la obtención de las medallas que hicieron vibrar a todo Chile el 21 y 22 de agosto del 2004, queda el oro del recuerdo. Incluso, se destaca en los textos escolares de Historia, pero, a la vez, se mantiene la deuda gigante de la promoción y masificación del deporte más exitoso de nuestro país.
