En su primer partido del US Open desde la derrota del año pasado en una final caótica y controversial, Serena Williams jugó un tenis que rayó en la perfección y no permitió mayor dramatismo en su duelo ante la rusa Maria Sharapova.
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La estadounidense arrolló el lunes por un doble 6-1 a la rusa, a quien nunca había enfrentado en este certamen. Williams amplió su racha ganadora contra la rusa a 19 encuentros y ahora lidera 20-2 la serie de duelos entre ambas.
“Cada vez que juego contra ella, simplemente sacó algo de mi mejor tenis”, comentó Williams, que no le dio ninguna opción a su rival, en un partido que duró apenas 59 minutos y donde la menor de las hermanas ganó el doble de puntos (56-28).
Williams arribó a Flushing Meadows, donde ha ganado seis títulos, en medio de interrogantes sobre su espalda. Una serie de espasmos se intensificó al inicio de este mes y le impidió seguir jugando durante la final de un torneo de preparación sobre superficie dura. El mismo problema la retiró de otro certamen por completo.
Por su parte, Roger Federer tuvo un mal comienzo, antes de enderezar su camino. El suizo, cinco veces monarca en el US Open, mejoró a una marca de 19-0 en la primera ronda de este torneo, al imponerse 4-6, 6-1, 6-2, 6-4 sobre Sumit Nagal, 190 del mundo, en el último duelo de la jornada.
Hubo en Flushing Meadows muchas bromas ante el hecho de que Federer enfrentó a un oponente cuyo apellido es tan similar al de Rafael Nadal: “Traté simplemente de olvidarme de eso. Quise jugar fuerte, seguir luchando. Para mí, ese primer set fue muy difícil y le doy a él todo el mérito”.