El violento ataque que sufrió el gerente de Azul Azul, Felipe de Pablo, camino a casa de sus padres, tuvo la profunda condena de todo el mundo del fútbol y, en especial, de la dirigencia de Universidad de Chile, quienes este miércoles presentaron una querella a quienes resulten responsables por amenazas y daños calificados.
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Según señaló el presidente de la concesionaria del fútbol de la U, José Luis Navarrete, «la idea es iniciar el camino para poder determinar junto al ministerio público, en bloque a los responsables de la violencia en el fútbol. Queremos tener un fútbol familiar, con gente en los estadios y, vuelvo a repetir, rechazamos la violencia en todas sus dimensiones».
«El gobierno nos está apoyando para que la querella tenga éxito, nos dieron las herramientas y a partir de esta querella hay que iniciar las investigaciones. Acá también tenemos presente a la ANFP, quienes nos han manifestado su apoyo como institución», agregó el mandamás azul.
Para Claudio Tessa, gerente general de la ANFP, hay que tomar «todas las medidas para evitar que entren a los estadios y que no sean considerados como hinchas. Ya llevamos varios años del código 101 y 102, del derecho de admisión, los clubes están en línea con eso y probablemente esto es consecuencia de todo eso. Reiteramos a los clubes que es nuestra labor informar oportunamente cualquier hecho de violencia que involucre a personas que debemos denunciar para que no vuelvan al estadio«.
En esa misma línea, el abogado Alejandro Laura, quien presentó la querella, no descarta que el ataque a de Pablo haya sido «la misma gente con derecho de admisión, pero tampoco se ha comprobado, de manera que la investigación de fiscalía debe determinar cuáles fueron los motivos, si es que los hubo». Además, el gerente de los azules tendrá una protección, pero que se mantendrá en discreción por seguridad.