El 29 de abril pasado, Aníbal Mosa daba el golpe a la mesa de Blanco y Negro, ya que lograba volver a la presidencia de la concesionaria tras un año afuera, después de perder las elecciones ante Gabriel Ruiz-Tagle. El retorno del empresario puertomontino contó con una importante carta bajo la manga, Harold Mayne-Nicholls, y, además, el apoyo del Club Social y Deportivo Colo Colo, que le brindó su respaldo al llegar a un acuerdo con el proyecto que se iba a llevar a cabo durante sus tres años al mando, el cual involucraba el desarrollo de las divisiones menores y la remodelación del estadio Monumental.
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Tras cuatro meses en el cargo, Mosa está más tranquilo en Macul. Ya no se expone tanto ante los medios de comunicación y pese a que el equipo no ha podido dar con los resultados esperados, pues quedó eliminado en la primera ronda de la Copa Sudamericana y está a 10 puntos del líder Universidad Católica en el Campeonato Nacional, mantiene su estricto respaldo al técnico Mario Salas.
En conversación con El Gráfico Chile, Mosa anticipa los objetivos que espera cumplir durante su administración, donde el proyecto «60-40» es primordial para soñar con volver a ganar la Copa Libertadores, y se muestra abierto a entregar su mandato al Club Social y Deportivo Colo Colo para que tome el control de la concesionaria.
¿Cómo ha sido este regreso a la presidencia de Blanco y Negro, después de su sorpresiva salida el año pasado, y cómo vivió ese momento?
Para mí fue un aprendizaje, como que todas las cosas suceden por algo, y traté de tomarlo de la mejor manera posible, haciendo un análisis de los aciertos y errores, y la verdad es que sirvió para analizar cómo habían sido los tres años anteriores y, en especial, el último año, que había sido muy convulsionado. Lo analicé bien todo y volví con un ánimo y una posición diferente para afrontar este nuevo desafío.
¿Vuelve renovado y con menos exposición, a diferencia de los años anteriores, y con Harold Mayne-Nicholls como un pilar importante para llevar a cabo el proyecto?
Justamente, el primer mandato que tuve fue de demasiada exposición, no logramos dar con los equipos de trabajo y muchas veces estaba expuesto yo solamente. Ahora es diferente, están Marcelo Espina y el mismo Harold, que llega a darle un peso al directorio y a la gestión, así que estoy en una etapa más presidencial que de hincha.
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¿Cuánto lo ayuda tener a Espina y Mayne-Nicholls detrás, para evitar la exposición?
Me ayudan mucho, ya que ellos tienen un conocimiento acabado de lo que significa la industria del fútbol. En el caso de Marcelo, conoce muy bien la temática de Colo Colo, entonces, para mí, es muy agradable trabajar con ellos y me permite desarrollar el rol de presidente, que no es tanto estar en el día a día, sino dejar que los estamentos y las personas funcionen en sus cargos.
En su primera etapa quedó a medias el proyecto que llevaba a cabo con Pablo Guede, que era pelear la Copa Libertadores en un par de años. ¿Mantiene eso en pie?
Por supuesto, nosotros tenemos que enfocarnos en estar en la Libertadores todos los años, acostumbrarnos a estar. Una vez que generemos esa constancia, podremos empezar a vislumbrar un futuro ya avanzando más. Para eso, tenemos que incorporar a los jóvenes que van a ir llegando paulatinamente al primer equipo, también, que los refuerzos sean en menor cantidad, pero de mejor calidad, y cada día ir dando un paso más hacia adelante. Llegar a la final de la Copa no es de la noche a la mañana, pero sí creo que con las personas que tenemos, es el camino a seguir.
¿Dicho proyecto es el «60-40» que proyectan para el 2025?
Sí, el «60-40», más todo lo que significa el proceso con Ariel Paolorossi, Ariel Palena, Marcelo Espina y Harold Mayne-Nicholls, con nuevas instalaciones para el fútbol juvenil y la remodelación del estadio, entonces, el todo es un gran proyecto.
¿Se ve usted como presidente en aquel año?
No lo sé, pero sí me veo por lo menos en un par de años en que no solamente yo esté acá, sino que se mantenga el actual directorio, ya que hemos logrado una empatía importante en lo que significa este proyecto. Entonces, mientras menos movamos este directorio, menos se va a cortar el trabajo que queremos desarrollar, ya que estamos todos unidos en esto.
¿Le sorprende la postura del bloque opositor de apoyarlo?
Claro, pero creo que se entendió el mensaje de lo que todos buscamos, que es engrandecer esta institución más de lo que es. Estoy muy contento, agradecido de los directores, ya que están incorporados en el trabajo día a día. Un ejemplo es que la mayoría va a viajar a la gira que vamos a realizar a Brasil, Argentina y Europa. Todos saben lo que está pasando y nos sentamos al directorio teniendo mucha información, y eso me llena de alegría, ya que una de las labores que me he puesto es unificar al directorio de Blanco y Negro. Vamos por buen camino.
¿Cómo ve la incorporación que está realizando el Club Social, tanto en el directorio como en el primer equipo, el fútbol joven y las actividades extradeportivas?
Me parece muy bien, porque ellos tienen la historia de Colo Colo, que está arraigada en el Club Social. Si bien tanto Edmundo (Valladares) como Daniel (Morón) son directores de Blanco y Negro, ellos tienen una visión general del club. A mí me encanta que ellos estén participando día a día en la toma de decisiones y en los temas cotidianos que se nos están presentando.
¿Le gustaría que un miembro del Club Social fuera presidente de Blanco y Negro?
Yo no tengo ningún problema, pero creo que debemos colocar el proyecto por delante, que empiece a andar. Partiendo eso, cualquiera de este directorio está capacitado para ser presidente y terminarlo, ya que lo que cuesta es que comiencen a andar las cosas. Si logramos que esta guagua gatee y se ponga de pie, después va a poder caminar y trotar solo.
Por lo mismo, el proyecto ya está funcionando. Cuando finalice su mandato, ¿le gustaría que el Club Social tome la presidencia?
Sí, estoy abierto a cualquier cosa, siempre y cuando no se deje de lado el proyecto. Acá tenemos que olvidarnos de las personas, lo que tenemos que privilegiar es que quien quiera tomar la presidencia, quiera continuar con el proyecto. No podemos permitir que una administración quiera una cosa, que venga otra y la borre, y parta otra, sino que todos deben remar para el mismo lado.
¿Qué le parece el trabajo que ha realizado Mario Salas?
Lo veo muy bien, compenetrado. Mario es un tipo muy serio, trabajólico, me gusta mucho la manera en cómo enfrenta la situación y tiene toda la confianza del directorio, la mía y la de Marcelo Espina, estamos detrás de él.
¿Le gusta el manejo de Salas en los momentos complejos, cuando los resultados no se han dado y se han generado quiebres?
Estar a cargo de Colo Colo es estar a cargo de un transatlántico, y grande, entonces, acá se empata o pierde un partido y ya están pidiendo la cabeza del entrenador. Se debe tener paciencia, calma, porque los resultados ya van a llegar.
¿Confían plenamente en el trabajo de Salas?
Confiamos plenamente en el trabajo de Mario, hay un respaldo absoluto de todo el directorio.