Aunque todos sabemos que existe un lío interno entre los referentes y el mismo Reinaldo Rueda lo ha deslizado en varias ocasiones, la explicación oficial del colombiano cada vez que era consultado por la no convocatoria de Claudio Bravo era la misma: porque no estaba jugando en su equipo. Ahora, que el arquero volvió a ver acción en el Manchester City, el entrenador lo citó.
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La larga lesión del capitán histórico de la Generación Dorada postergó un conflicto que tarde o temprano iba a tener que enfrentarse. Como buen estratega que es, Rei lo llamó y les dio libre a sus dos principales antagonistas, Arturo Vidal y Gary Medel, para tantear terreno sobre la postura que tomará el nacido en Viluco y el peso que probablemente seguirá teniendo en el camarín de la selección chilena.
En ese sentido, la presencia en la lista de Charles Aránguiz, quizá el más conciliador de los pesos pesados del vestuario nacional, está lejos de ser una casualidad, como tampoco es una coincidencia el deseo personal de sumarse a esta fecha FIFA de Alexis Sánchez, seguramente el más afín al portero de todos los bicampeones de América. En un escenario normal, el tocopillano, recién llegado al Inter, se quedaría peleando el puesto.
El cafetero sabe que a Chile no le sobra nada y que el meta formado en Colo Colo sigue siendo por lejos el mejor de todos los que pueden ponerse la camiseta «1» de la Selección, y que su liderazgo extrafutbolístico en los dos títulos continentales es indiscutible, mientras que el del Rey y el del Pitbull ha estado varias veces en entredicho por sus salidas de madre. La jineta no es para cualquiera.
Por todo lo anterior, aplausos para el DT caleño, porque la Roja está por encima de los nombres, más allá de que éstos sean «Arturo Vidal» o «Gary Medel» y que nos hayan dado las mayores alegrías de nuestra historia. Al que no le guste, mala suerte, porque el EQUIPO DE TODOS no debe ser un club de amigos, si no, pregúntenles a los argentinos.