Cuando apenas tenía 17 años, Claudia Christiane Endler Mutinelli tomó una responsabilidad que le marcaría un camino a seguir en el deporte y que hoy la tiene en lo más alto del planeta, nominada en la terna del The Best 2019 como una de las mejores arqueras del orbe. Siendo aún menor de edad, Tiane se hizo cargo del arco de la Roja Sub 20 en el Mundial que se realizó en Chile en el 2008.
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Aquella experiencia le dejó en claro a Tiane que lo suyo era el fútbol. Ahí se dio cuenta de que vibraba evitando goles y sintiendo los gritos desde las tribunas. Pese a que Chile perdió sus tres partidos en el Grupo A de esa Copa del Mundo, esa competencia la llevó a tomar la decisión de apostar por el balompié.
Pero el camino había comenzado unos años antes. Entusiasmada por los juegos con su hermano Nicolás y los partidos de la UC que iba a ver en condición de hincha junto a su familia, Endler fue adquiriendo un gusto especial por la pelota. En el Colegio Alemán, en el que cursó su educación básica y media, participó en la rama de fútbol, destacándose como una potente delantera, aunque también incursionó en otras disciplinas como hockey, vóleibol y básquetbol.
Como goleadora, representó a su colegio en un torneo organizado por la ANFP y más tarde tendría la opción de dar el salto a la Roja. Nibaldo Rubio era el DT de las series sub 15, 17 y 20 cuando Tiane fue reclutada desde Quilín. «Fue un proceso que empezamos con Mario Soto, en la época de Harold Mayne Nicholls», recuerda el ex mediocampista. La meta era dar forma a la Selección que competiría en el Mundial Sub 20 del 2008.
«Empezamos a preparar a muchas chicas y un día llega la mamá de Tiane al estadio Manquehue para decirnos que su hija quería jugar. En un primer momento quedó fuera porque estaba lesionada, así que la mamá nos preguntó si le podíamos hacer otra prueba. Yo le dije que no tenía ningún problema, así que se la hicimos, quedó, la preparamos bien y fue creciendo. Recuerdo que le dije que si quería jugar el Mundial, tenía que prepararse muy bien y así lo hizo», continúa.
El cambio y la disciplina
Rubio cuenta que «cuando llegó, no sabía de qué jugar, pero tenía muchas ganas, mucha actitud para trabajar, por eso sobresalía. Además, tenía una zurda muy bonita, le pegaba bien al balón y destacaba por su 1.80 de estatura». Justamente su altura fue uno de los elementos que observó Marco Cornez, preparador de arqueros del staff de Nibaldo, quien le recomendó a Tiane dejar los goles para ponerse los guantes.
«La empezamos a preparar en forma específica para el puesto de arquera con Marco. Nos quedábamos practicando tiros libres, dándole instrucciones, era muy comprometida, era espectacular para corregirla, siempre llana a trabajar y recibir consejos. Creció rápidamente y dejó a Romina Parraguirre en la banca, que en esa generación era la mejor jugadora y que le ganaba por experiencia», prosigue.
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Para Rubio, la clave fue la disciplina, ésa que le permitió a Endler entender a temprana edad el compromiso que debía adquirir para dedicarse al fútbol y asumir el cambio de delantera a arquera. «Del estadio Manquehue salieron muchas chicas de origen alemán que destacaban por su disciplina», rememora.
Llegó el Mundial del 2008 y ya sin Rubio como DT (asumió la española Marta Tejedor), Endler se mantuvo como titular y tras ello vino la exitosa carrera profesional que la ha visto pasar a nivel de clubes por Unión La Calera, Everton, Colo Colo, South Florida Bulls, Chelsea, Valencia y PSG, además de la Roja adulta.
Hoy, a sus 28 años, vive el peak de su trayectoria con la nominación al The Best, aunque Rubio cree firmemente que «todavía no ha tocado techo, le falta mucho. Cada día que juega demuestra crecimiento. Físicamente es impresionante y cada día se le ve mejor en la parte técnica. La disciplina es la clave de su carrera. Si los hombres hiciéramos lo mismo, tendríamos carreras muy distintas».
Mario Soto, quien era el jefe de Rubio cuando Endler fue reclutada para la Roja, también muestra orgullo por el éxito de la arquera y su destacada disciplina. «Lo de Endler es tremendo, no sólo por lo que ataja, sino por lo que llama a hacer a todo el medio con su disciplina, responsabilidad, actitud y respeto por el sistema. La gente que estuvo con ella tiene muchos méritos también, porque si bien a Tiane no se le inventó, lo que se hizo fue lograr sacarle el mejor rendimiento y aquí está el resultado», apunta.