La fuerte entrada de Matías Laba sobre Francisco Silva que provocó la fractura de tibia y peroné del Gato, en el duelo que terminó con victoria 2-1 de Unión La Calera sobre Universidad Católica por los cuartos de final de la Copa Chile. En primera instancia, la acción fue sancionada por tarjeta amarilla por el árbitro del partido César Deischler, lo que provocó la locura de los cruzados, en especial de Gustavo Quinteros, DT de la UC.
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Así lo consignó el juez en su informe arbitral, donde el estratega cruzado reclamó diciendo que «no tienen pantalones, cobardes, son un desastre«. Por lo mismo el argentino-boliviano vio la tarjeta roja, a lo que Cruzados buscará apelar.
Desde San Carlos de Apoquindo no quedaron contentos con el arbitraje de Deischler, ya que consideraron que «hubo violencia excesiva que se debió haber detenido antes. Me parece que si se hubiese cobrado como debió cobrarse un codazo de Larrondo a Huerta, probablemente lo que vino después podría haberse evitado», según señaló el presidente franjeado Juan Tagle.
De hecho, la jugada a la que hace alusión el timonel de la UC está consignada en el informe como «conducta antideportiva al golpear de forma temeraria la cara de un adversario«, pero dentro de las amonestaciones. No así la tarjeta que en primera instancia Deischler le mostró a Laba, la cual después de ver la gravedad de la lesión rectificó como roja directa.
Finalmente, el árbitro escribió entre las observaciones que el bicampeón de América tuvo que ser retirado en ambulancia y trasladado a un centro asistencial.