Son días negros para Arturo Vidal y su Barcelona, que están en medio de una crisis futbolística en este arranque de temporada, con dos derrotas en los primeros cinco partidos de la Liga española, que tienen en la cuerda floja al técnico Ernesto Valverde.
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El txingurri está sumamente cuestionado en Cataluña y su salida parece cada vez más cerca, una que comenzó a fraguarse tras el pésimo fin de campaña anterior donde el Barça fue eliminado en semifinales de la Champions League ante Liverpool con una derrota escandalosa de 4-0, en un golpe casi letal para un proceso que nunca ha convencido del todo.
El diario Sport da cuenta de las claves de la crisis del conjunto culé, en la que también se toca de paso a Vidal, quien ve como su lugar en el plantel está más que amenazado por la tremenda competencia que tiene en la zona media del campo.
Sobre Valverde indican que «no funciona ni su versión más valiente«, señalando que «la continuidad del técnico no ha sido lo plana que se esperaba. Todo lo contrario. El Valverde de este año ha abandonado la jerarquía de las dos temporadas anteriores intentando instalar la meritocracia para confeccionar las alineaciones. De ahí las suplencias de los otrora intocables Rakitic o Busquets y la casi ‘desaparición’ de Arturo Vidal hasta su penalti gratuito en Granada«.
«Las lesiones de Messi y Suárez también le han permitido quitarse de encima el sambenito de dar la espalda a la cantera y apostar, para sorpresa de propios y extraños, por Ansu y Carles Pérez con éxito sobrado. Esa valentía y meritocracia, que llegó a sublimarse en el once de Dortmund, donde solo faltaba el poco rodado Messi, se rompió en Granada«, añade.
Para finalizar, indican que en el último duelo ante Granada «apareció el peor Valverde. El de las rotaciones calculadas en función del calendario. Desmembró el mejor centro del campo posible (Arthur, Busi y De Jong) y resultó incapaz de motivar a sus jugadores para que no bajaran la guardia como en todos los hasta ahora desastrosos inicios de partido fuera de casa. Está claro que el técnico, menos gesticulante que nunca, comienza a fracasar en el intento de dar la vuelta al proyecto en su tercer año«.