Manuel Pellegrini es considerado uno de los técnicos más exitosos en la historia de Chile y su paso por gigantes europeos como el Real Madrid o el Manchester City lo confirman. Aunque el ahora el entrenador de 66 años se encuentra dirigiendo al West Ham United, equipo de segunda línea en la Premier League.
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Pese a eso, el Ingeniero comenzó su carrera con un fuerte traspié al dirigir los últimos meses de la Universidad de Chile 1988, la cual terminó descendiendo a la Primera B 1989. A pesar de que la calidad de dirección de Pellegrini no es discutible, tanto el ex defensor como los hinchas recuerdan con mucha tristeza ese episodio que significó una reestructuración absoluta de la U como tal.
Sin embargo, y según cuenta el ex presidente de la U 1988, Waldo Greene, a El Gráfico Chile, la culpa de la pérdida de categoría no radica en una responsabilidad de Pellegrini, quien asumió como una especie de favor para los dirigentes de la época, quienes, incluso no le habrían pagado todo el salario que le correspondía por sentarse en la banca azul.
«Yo le pedí a Manuel ser entrenador, cuando él aún jugaba y habíamos hecho muchos esfuerzos para tener buenos entrenadores como (Fernando) el Tata Riera, para tratar de hacer una cosa realmente bien. Ahora, como no teníamos muchos ingresos, yo le dije: ‘Manuel tú tienes que ser el entrenador de la U ¿hasta cuándo vas a estar jugando?», entonces él se hizo cargo de un equipo que ya venía hecho, Manuel no sugirió comprar ningún solo jugador. La U se fue a segunda división con lo que venía antes de Manuel Pellegrini», manifestó el ex dirigente azul.
«Yo debería agradecerle a él porque se hizo cargo del club en una época donde ni siquiera teníamos plata para pagarle el sueldo y estoy casi seguro que nunca le terminamos de pagar el sueldo y tampoco nunca lo cobró, y además se dieron los hechos puntuales de que la U se fuera a segunda división, pero no por culpa del entrenador, fueron ciertas circunstancias que se dieron absolutamente exógenas. Imagínate después de cuántos años, ya no le pagamos no más y bueno él tampoco diría nada y aunque no hubiera preescrito tampoco es una pelea actual que él fuera a tener, porque él siempre se portó muy bien», agregó.
Dado que según la legislación actual de nuestro país, las deudas nacidas de obligaciones laborales prescriben en cinco años, no existe la opción para Pellegrini de cobrarlo. Menos aún, con la situación financiera más delicada que ha vivido la U en la última década.