La Segunda División Profesional está en su recta final, jugada ya la primera rueda de las liguillas. Mientras San Marcos de Arica lidera en el ascenso, con Colchagua pisándole los talones, Lautaro de Buin se complica con el descenso y trata de alcanzar a Independiente de Cauquenes.
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Eso en lo deportivo, porque en lo institucional, la tercera categoría del fútbol chileno ha sufrido más de un problema en lo que va del año. Durante este 2019, Deportes Vallenar (en dos oportunidades), San Antonio Unido, Fernández Vial, Independiente de Cauquenes y Lautaro de Buin fueron sancionados con tres puntos por el no pago de los sueldos de sus jugadores. Situación diametralmente distinta a la del 2018, cuando ningún club recibió un castigo de este tipo.
Para Felipe Sáez, gerente general de Fernández Vial, «las citaciones de la Unidad de Control Financiero son por incumplimientos administrativos debido a la falta de flujo que los clubes de la Segunda División tenemos«, agregando que «los ingresos que tenemos son principalmente autogestionados. El año pasado, la ANFP hizo un aporte económico a la división, por lo tanto, no hubo problemas«.
«Todos los ingresos son publicitarios, comerciales, por venta de entradas, todo gestionado por nosotros. Por el CDF no nos ingresan dineros, mientras que por el CDO aún no tenemos claro el aporte económico a la división por derechos televisivos«, agrega Sáez.
Desde el cuadro penquista aseguran que una mayor visibilidad del torneo es lo que lo llevará a ser rentable, ya que generará más público en el estadio y mejores acuerdos comerciales con patrocinadores, aunque «sabemos lo precario que es y no todos los clubes pueden tener buenos estadios o las entradas de dinero para mantenerse», por lo que la ayuda de la ANFP es fundamental.
Los aurinegros están en su segundo año en el profesionalismo, por lo que aún no han logrado consolidarse económicamente en el paso desde la ANFA hacia el fútbol rentado. Para Sáez, «una de las mayores complejidades que pasamos desde al ascenso fue el tema administrativo y en el cumplimiento de los diferentes documentos en el tema laboral, como el pago de sueldos e imposiciones».
Los pagos de inscripción a la ANFP
El otro problema que sufren los clubes que ingresan a la Segunda División Profesional es el pago de la cuota de incorporación a la ANFP. Deportes Linares, puntero de la Tercera A y mayor candidato al ascenso, ya tuvo la experiencia entre el 2013 y el 2015.
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Así lo indica Marcos Álvarez, presidente del club, quien explica que «uno entra económicamente quebrado, porque hay que pagar 30 millones de inscripción y otra boleta de garantía de 30 a 40 millones, entonces, tienes que tener eso más lo que significa la planilla mensual, con ingresos siempre escasos. Nosotros ya estamos trabajando para eso, tenemos una comisión a cargo de revisar el cuaderno de cargos que la Tercera División ya nos envió, con fecha de agosto, por lo que estamos trabajando con mucha anticipación en caso de subir«.
«El equipo que suba va a tener complicaciones, porque hay que tener presupuestos de, por lo menos, unos 30 millones mensuales, además, buscando tener una planilla competitiva que te permita mantenerte, no sólo ir a participar, sino que a competir por el ascenso a Primera B, que es el premio mayor. Todos los equipos que estamos en Tercera A por supuesto que nos vamos a resentir en caso de un ascenso», añade Álvarez.
Además, está el paso para la Primera B. Según Sáez, «lo más complejo de ascender hoy día a Primera B es la cuota de incorporación. Si bien los ingresos son mucho mayores, en un principio se genera un endeudamiento y una falta de caja por la cuota tan alta que hay que pagar, por lo tanto, la estabilidad será recién en el mediano plazo«.
De hecho, Deportes Santa Cruz tuvo problemas para conformar su plantel a inicios de año, debido a la falta de fluidez por pagar las 24 mil UF del costo (casi un millón de dólares), que se paga con una mitad al contado 30 días antes del inicio del campeonato y la otra mitad en 12 cuotas mensuales.
El Sifup pide intervención de la ANFP
El pago de las garantías antes de ingresar a la ANFP permite tener un sustento para casos como los sueldos impagos, por lo mismo, desde el Sifup dicen no tener grandes problemas con los jugadores que no recibieron el pago de sus imposiciones a tiempo.
Gamadiel García, presidente de la entidad gremial, aclara que «como sindicato no hemos recibido ninguna queja por parte de jugadores por el tema de sueldos impagos. Es bueno señalar que efectivamente hubo atraso en el pago de algunas instituciones, pero no pasó a ser grave«.
Para el ex volante de Universidad de Chile, el gran problema en la rentabilidad de la categoría es la falta de apoyo de la ANFP para generar la fluidez que necesitan los clubes. «Desde el 2017 planteamos que como división profesional debería tener una subvención, al igual que las otras dos divisiones. La idea era que participaran de los recursos de la televisión. Hoy se deben buscar nuevos recursos, considerando que los dineros de la TV son distribuidos entre 32 equipos«, acota García.
Sobre si el problema es que un país como Chile no tiene la capacidad de mantener tres divisiones profesionales, el dirigente sindical es enfático: «No es la cantidad de gente lo relevante, es exigencia FIFA el tener 44 equipos profesionales«.
Por el momento, la Segunda División se sigue jugando en su parte final. San Marcos de Arica se acerca al ascenso y Lautaro de Buin se complica con el descenso, a falta de cinco fechas para el fin de la liguilla y con la incertidumbre de cómo seguirá la tercera categoría del fútbol chileno el próximo año.