En el accidente de tránsito donde falleció el futbolista José Antonio Reyes, éste iba acompañado en el auto por dos primos. El único sobreviviente fue Juan Manuel Calderón, quien viajaba en el puesto de copiloto.
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Eso ocurrió el 1 de junio y tras varios meses en la UCI recuperándose de sus graves quemaduras, producidas cuando intentó salvar a sus parientes, este último volvió al estadio del Sevilla, equipo del cual la Perla es uno de los máximos ídolos.
El pasado domingo, fue al Ramón Sánchez-Pizjuán para el partido frente al Levante. El hombre estuvo acompañado por el presidente del club, José Castro.
El primo acudió con una polera donde podía observarse al fallecido jugador levantando el trofeo de la UEFA Europa League. Se trata de la ganada en el 2016 ante el Liverpool, en Basilea.