Suena increíble pero es cierto. En medio de la grave crisis social que golpea al país desde hace más de tres semanas y que obligó a paralizar el fútbol chileno profesional en su totalidad, la Tercera División A nunca dejó de jugarse pese al tenso escenario.
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El fin de semana que estallaron las manifestaciones, primero en Santiago y luego en todo el país, la cuarta categoría del fútbol chileno disputó su penúltima fecha, la que coronó a Deportes Linares como flamante campeón y definió a los clasificados a la liguilla de ascenso.
A la semana subsiguiente y con la crisis social en su punto más álgido se jugó la última fecha. «El fin de semana tuvimos que viajar a Limache, yo no estaba de acuerdo con viajar, pusimos en riesgo nuestra integridad, quedé mal. Imagínate que estuvimos hasta la 1 y media de la mañana en Curicó porque la ruta estaba cortada», explica Lucas Mondaca, volante de Deportes Linares.
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«Yo pensé que no se iba a jugar, hasta que se regularice la situación del país, fue muy raro todo, pero en la ANFA dijeron que se iba a seguir jugando. Yo creo que como jugadores no nos hemos organizado, nos ha faltado eso, pero la verdad es que muchos querían jugar, querían terminar luego el campeonato, yo les dije que no, que los futbolistas tienen mucha relevancia en estas circunstancias. Si nos manifestamos podemos provocar algo», agrega el estudiante de pedagogía básica.
Mondaca asegura que la falta de recursos en la Tercera A es el fiel reflejo de que en la división los futbolistas no viven en una burbuja. «No somos parte de esa burbuja de los futbolistas que tantas veces se habla. Nosotros nos movemos en locomoción colectiva, creo que deberían tener un poco de conciencia. Hubo compañeros que no llegaron al entrenamiento, ha sido rara la semana”.
El fin de semana se dio inicio a la liguilla de ascenso, donde Deportes Concepción, Deportes Limache, Trasandino y Provincial Ovalle disputan el último boleto a la Segunda División Profesional ¿Por qué no se ha suspendido? Víctor Tornería, presidente del elenco lila expone que «en ANFA es distinta la cosa, los equipos no reciben dinero y los presupuestos están justos para terminar el año. Nosotros podemos aguantar unas semanas sin fútbol, pero no es la realidad de la división».
En ese sentido, Sergio Torres, capitán y arquero del recién ascendido Deportivo Pilmahue, club que logró mantener la categoría, cree que la falta de empatía también pasa por los mismos jugadores. «Hay un tema de inmadurez, todos querían jugar rápido para saber el tema del ascenso. Ovalle por ejemplo quería jugar ese fin de semana, nosotros no estábamos de acuerdo porque no sabíamos el estado de la carretera. Perfectamente se podría haber hablado entre capitanes», dispara.
En otro punto, Matt Lagos, volante de Deportes Concepción, sostiene que «pararnos más tiempo podría hacer que el campeonato termine en diciembre y la ANFA no quiere eso. Nosotros no tenemos mucha posibilidad de reunirnos con ANFA y hacer nuestras solicitudes»
En cuanto a las manifestaciones, Torres confirma que en Villarrica, ciudad donde hace de local Pilmahue, «hay cacerolazos, pero todo en orden, sin embargo en Temuco está quedando la crema en el centro. Lo que está pasando es lo más justo, las pensiones, la salud y el país no tiene respuestas, pero que más se puede esperar de este gobierno, que todo lo ve por las lucas«.
En Concepción incluso, miembros del cuadro penquista se han sumado a las marchas. «Con varios compañeros hemos ido pacíficamente, no nos exponemos a que nos golpeen los Carabineros. La idea es motivar a la gente que se vaya sumando porque aquí uno igual tiene una figura pública. Todo lo que se pelea es correcto porque este país necesita cambios», apunta Matt Lagos.
En el flamante campeón también se suman a las críticas al sistema y respalda el movimiento. «La policía abusa de su poder, no puede ser que un Carabinero salga a la calle después de haber estado seis meses estudiando en la institución. Tienen que mejorarla», afirma Lucas Mondaca quien confiesa que un primo fue arrestado y golpeado en una comisaría: «Hicimos la denuncia y mi familia está súper afectada».