Columna: Jarry, el “barómetro” del clásico

El destino es tincado, a veces difícil de prever y otras muy lógico. Bueno, él quiso que el primer rival de Chile en el nuevo formato del ex Grupo Mundial de la Copa Davis sea Argentina, el clásico de toda la vida.

A diferencia con el fútbol, en el tenis este emparejamiento es muy parejo, y recién los transandinos se distanciaron en 2018, con el triunfo en la final americana que se jugó en San Juan. En la llave del mejor de tres partidos que se jugará en Madrid, el jugador clave y barómetro será el número 2 de nuestro país, Nicolás Jarry (77º).

¿Por qué creo que el Príncipe y no Cristian Garin (33º), Diego Schwartzman (14º) o Pella es el jugador determinante de la serie? Fácil, tiene números absolutamente contradictorios, que marcarán el día este martes en la Caja Mágica española. Por un lado está el dato frío y duro que dice que acumula siete derrotas en línea, siendo su última victoria la de la final del ATP de Bastad, ante el también argentino Juan Ignacio Lóndero.

Además, dejó de trabajar con su coach de toda la vida Martín Rodríguez, y en la Davis está viviendo una especie de transición. Pero en España debutará ante un jugador que le acomoda, y mucho, porque el destino puso a Guido Pella (25º) como su contrincante, a quien derrotó las tres veces en las que se toparon (una en el circuito ATP y dos en challengers).

El matchup dice que es un buen partido para Jarry, porque se acomoda al juego del zurdo, pero el bahiense tuvo la mejor temporada de su vida y llega en alza a Madrid.

Pero no solo por esto el Nico es vital, porque según mi óptica es clave que tenga un singles tranquilo (que no sea un partido tan largo, ya sea ganando idealmente o perdiendo), ya que es por lejos el mejor doblista con el que cuenta Nicolás Massú, ante el mal año de Hans Podlipnik y la inexperiencia de Alejandro Tabilo y Tomás Barrios.

Jarry, el copero Jarry, tiene la opción de dejar atrás la peor racha de su carrera defendiendo los colores de Chile.