Cuando parecía que el continente una vez más se iba a rendir a los pies del River Plate de Marcelo Gallardo, Flamengo despertó en los minutos finales para dar vuelta la final y quedarse con la Copa Libertadores por 2-1.
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En el Monumental de Lima, estadio que albergó la final de la Libertadores tras la suspensión del Estadio Nacional de Santiago por el estallido social que golpea al país desde hace más de un mes, el conjunto argentino comenzó ganando la definición gracias al tanto de Rafael Santos Borré (14’).
Un ataque preciso que terminó con un centro atrás de Ignacio Fernández y la captura del balón del delantero colombiano, sirvió para que el elenco millonario amarrara el primer tiempo a su favor ante un, hasta entonces, flojo rival.
En el segundo tiempo el trámite entró en punto muerto. River Plate agotó fuerzas, cortó los circuitos del rival, jugó directo, pero no tuvo llegadas claras como para ampliar el marcador. Al otro lado, Flamengo esperó, mantuvo su calidad de juego y entró cuando el equipo del Muñeco comenzó a desinflarse.
Así, y con Paulo Díaz en cancha desde el minuto 76’, el Mengao encontró la llave del empate tras un error de Lucas Pratto en la mitad de cancha quien perdió una pelota que aprovechó Gabigol para marcar en solitario bajo el arco tras habilitación de Giorgian De Arrascaeta (89′).
El baldazo de agua fría llegaría a los 90+2′ cuando una pelota débil de Javier Pinola, baluarte de la defensa de River, le dejó la pelota servida a los pies de Gabigol quien con un remate rasante desató el carnaval para los brasileños en el epílogo del partido en Lima.
De esta manera Flamengo conquistó su segunda corona continental tras el título alcanzado en 1981 cuando derrotó a Cobreloa. En tanto River Plate se quedó en la cuarta corona y perdió su tercera final tras los subcampeonatos de 1966, 1976 y 2019.
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