Se acabó el año 2019 en competiciones para los principales judokas chilenos. El Grand Slam de Osaka, en Japón, fue el último torneo donde vieron acción Mary Dee Vargas y Thomas Briceño. Y la deportista nacional es la que se va con más cuentas alegres.
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Esto, porque el ranking olímpico va cambiando semana a semana y Vargas en estos momentos está consiguiendo la cuota continental para estar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
La nacional ganó un combate y avanzó hasta la segunda ronda en la categoría de -48 kilos. En su debut, la medallista de bronce en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 se impuso a la rusa Alesya Kuznetsova, 79 del planeta.
Pero luego el draw le deparó toparse con la española Julia Figueroa, la sexta mejor judoka del mundo en esta categoría, y quien la derrotó. La hispana terminó colgándose la medalla de plata en Osaka tras perder en la final con la local Funa Tonaki.
Con esta actuación, Vargas se ubica 34 en el ranking olímpico y clasificando a Tokio 2020 gracias a la cuota continental.
Briceño, complicado
En contraparte, Thomas Briceño cayó en su estreno en la categoría de -100 kilos. El campeón de los Panamericanos de Lima quedó libre en la primera ronda y luego se inclinó en el tatami ante el japonés Daiki Nishiyama, dos veces medallista de plata en campeonatos mundiales.
Así, Briceño vio la otra cara de la moneda y por esta semana aparece fuera del listado de los judokas que están consiguiendo su boleto a la cita de los cinco anillos de este próximo año en la capital japonesa.
Los dos nacionales participaron en el Grand Slam luego de unas semanas de concentración de entrenamiento en la Universidad de Tokai de Isehara en Japón. Ahora, comienzan la planificación de cara al 2020, año en que ambos buscarán sellar su clasificación a Tokio.