Cuando empezó a ser ampliamente mayoritaria la postura de que era imposible (¿realmente lo era?) cerrar los torneos en cancha, los distintos actores del mundo del fútbol avisaron que cada uno iba a tener que ceder para encontrar una fórmula que dejara más o menos satisfechos a todos. Pero, dado el historial de los dirigentes de nuestro balompié, era lógico que aparecerían los oportunistas.
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Hay varios que sólo han salido ganando en esta pasada, pero el ícono de los aprovechadores del pánico ha sido el presidente de Azul Azul, José Luis Navarrete. Haciendo un cálculo matemático que bien le vendría para ordenar el caos interno que tiene, pidió que la U clasificara a la Libertadores 2020 por su mejor rendimiento que Unión Española en la Copa Chile, considerando puntos, goles y hasta Fair Play.
Alguien podría explicarle al timonel de los laicos el significado de estas dos palabras inglesas, porque su propuesta está muy lejana al Juego Limpio. Está bien, es justo que el «Chile 4» para el máximo torneo continental vaya para uno de los equipos que siguen con vida en el certamen copero local, pero si alguno se merece ese boleto sin jugar, ése es el club hispano, que se quedó fuera de la Sudamericana apenas por diferencia de gol.
Las Bases respaldan a los rojos en su Artículo 80, al indicar que «en caso que el campeón y subcampeón de Copa Chile estén imposibilitados de participar de la Conmebol Libertadores del próximo año por haber obtenido el cupo de Chile 1, 2 o 3, su lugar lo ocupará el mejor ubicado en la Tabla de Posiciones del Campeonato AFP Plan Vital de Primera División». Pero más allá del reglamento, acá hay una cuestión de vergüenza.
Si hiciste tan mal las cosas durante el año y te viste tan favorecido, más vale quedarte callado y empezar a pensar en el siguiente. Sobre todo si votaste por no seguir jugando y al rato te diste cuenta de que sí se podía, porque te convenía y calculaste los dólares que te llegarían, mientras tu rival en esta disputa siempre quiso definir en el terreno de juego.
Tras arreglar el papelón que habían hecho con los ascensos, espero que aquí también prime la justicia deportiva con la que tantos se llenaron la boca defendiendo a Santiago Wanderers.
