Jorge Sampaoli lo hizo otra vez. Tal como ocurrió en Universidad de Chile, en la Roja, en el Sevilla y en la selección argentina, el casildense tuvo una controvertida salida del Santos.
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Luego de realizar una buena temporada con el Peixe, con el que obtuvo el mayor puntaje histórico del club en el Brasileirao, todo indicaba que seguiría. Sin embargo, empezaron a sondearlo Racing y Palmeiras… y comenzaron los problemas.
Según medios brasileños, Don Sampa le exigió al presidente de la institución paulista, José Carlos Peres, que invirtiera cerca de 24 millones de dólares para pelear por la Copa Libertadores 2020. Tras no llegar a acuerdo al respecto en una tensa reunión, donde el DT habría tratado de “mentiroso” al timonel, el argentino presentó su renuncia, la cual fue aceptada durante la noche del martes.
Chiste repetido
No es la primera vez que Sampaoli se va mal de un lugar de trabajo. A la selección chilena, por ejemplo, llegó en medio de reproches producto de un encuentro que tuvo con el entonces presidente de la ANFP, Sergio Jadue, cuando Claudio Borghi todavía era el entrenador de la Roja y él de la U.
La salida del Equipo de Todos fue aún más polémica. El propio casildense declaró sentirse como un “rehén” después de que Arturo Salah, por esos días mandamás del fútbol nacional, advirtiera que tenía que pagar una cláusula de 6,3 millones de dólares para irse.
Una situación similar vivió en el Sevilla. La Albiceleste lo quería a toda costa y para Don Sampa era un gran sueño dirigir al seleccionado de su país, por lo que empezó a forzar su partida del club andaluz, la cual se produjo luego de que la AFA cancelara un millón y medio de euros.
Su adiós del combinado transandino se produjo tras el fracaso en el Mundial de Rusia 2018. En esa ocasión se llegó a un acuerdo mutuo para rescindir el contrato, pues su continuidad se hacía insostenible al no contar con la confianza del plantel.
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“La gente va mutando conductualmente con el tiempo”
Previo a todos estos problemas, antes de dar el salto de calidad en su carrera al mando de Universidad de Chile, Sampaoli estuvo en el Emelec. Desde Ecuador tienen una versión totalmente distinta a todas las polémicas que ha protagonizado el casildense para dejar sus trabajos posteriores a su etapa en ese país.
“No tuvimos inconvenientes. Terminó su contrato y se marchó a la U por una mejor propuesta, y entiendo que también por un proyecto deportivo en marcha ya más consolidado en el club chileno”, recuerda Nassib Neme, timonel de los Eléctricos.
Respecto al trato presidente-entrenador, el mandamás cuenta que “para nosotros nunca fue complicado. De todas formas, la gente va mutando conductualmente con el tiempo”.
El dirigente ecuatoriano le presta ropa a Don Sampa: “Los profesionales pueden marcharse bien sea porque fenecen sus contratos o porque hacen uso de la cláusula de rescisión. Hay viudas que quedan llorando en el camino, pero eso es secundario al trabajo realizado y a los éxitos obtenidos”.
