El Rally Dakar, que tiene como sede a Arabia Saudita, entra en su recta final. Ya se corrieron ocho de las 12 etapas, sin embargo, el fallecimiento del piloto Paulo Gonçalves, tras sufrir una caída en la séptima especial, causó mucha conmoción en la caravana. Motos y quads no compitieron en la jornada de este lunes, a modo de homenaje al veterano portugués, quien consiguió el subcampeonato en el 2015 y que se convirtió en el trigésimo participante que pierde la vida en la historia del certamen.
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Jeremías Israel sabe lo que significan los accidentes en el Dakar. En el 2014 cayó de su moto, tras chocar con el auto de un espectador, y quedó con varias fracturas en su cuerpo que lo obligaron a abandonar la prueba. Además, tuvo la oportunidad de conocer al luso y de compartir con él, debido a que fueron compañeros de equipo en Honda.
A cinco años de su última participación, el ex campeón chileno de motocross le explica en detalle a El Gráfico Chile los peligros que enfrentan los corredores en el Dakar, aclarando que las caídas, en su mayoría, se producen por la impericia del piloto y por la alta velocidad.
«Es una ecuación peligrosa, porque son muchos kilómetros, tantas horas arriba, a altas velocidades y en lugares que no conoces. Vas leyendo el roadbook, la hoja de ruta que va marcando peligros y objetos, pero no puede estar todo ahí, hay un sinfín de cosas que pueden pasar», inicia el Jere.
«Las caídas, por lo general, son por errores del piloto. Son cosas que pasan arriba de la moto yendo por lugares que no necesariamente son aptos para eso. Se puede golpear cualquier cosa, desde una roca hasta un corte en el terreno. No tiene que ver mucho con el clima o con fallas mecánicas, pero sí con las altas velocidades, por ejemplo, al tener que bajar la vista para poder leer la hoja de ruta y sacarla del camino. Quién sabe a qué le habrá pegado Paulo», complementa.
Israel destaca la enorme capacidad tecnológica que posee este rally, capaz de rastrear si los vehículos están moviéndose o no, para informar inmediatamente al cuerpo médico. Sin embargo, existen otras situaciones, como la de Gonçalves, donde el piloto que le seguía fue quien pidió ayuda: «La tecnología que tiene el Dakar es bastante impresionante. Tienen la capacidad de saber cosas, incluso, cuando el piloto no es capaz de tocar la alarma o llamar. Por un lado, todo es muy rápido, hay helicópteros, tienen GPS que te dicen si la moto está en movimiento, parada o botada, te dice todo, es impresionante. Pero depende, porque ha habido casos como el de Paulo, que caen y la primera llamada de rescate es de uno que viene atrás, a pocos segundos».
«En otros casos, hay pilotos que se han bajado de la moto, han caminado y se han alejado por A,B ó C motivo, ya sea buscando sombra o lo que sea. El rescate puede hacerse más complicado o extenderse un poco más, pero la organización tiene bien cubierto el tema, con un buen sistema de atención para poder soportar todo tipo de accidentes. En este caso, yo creo que Paulo no tuvo ninguna opción, falleció ahí», prosigue.
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Existen varias razones para las muertes de los pilotos. Caídas, deshidratación, paros cardíacos y diversos accidentes son algunas de las principales causas aparecen en los fallecimientos. No obstante, Israel asegura que el Dakar tiene un protocolo muy estricto y que se debe pasar por un chequeo médico para hacer válida la participación: «La organización es muy estricta con la hidratación. Obviamente, no te pueden exigir que tomes agua durante el día, pero sí te exigen llevarla en la moto o en la espalda (camelback)».
«Los pilotos con más ritmo, que van peleando la punta, no lo llevan lleno, porque es un peso, pero la organización te lo exige y antes de largar te tocan la espalda, te chequean para confirmar que no salgan sin agua. El chequeo médico también es parte de la previa para poder estar inscrito. Pero, más allá de la prevención, es la prueba más dura y extrema del mundo, nadie podría ir sin tener una mínima preocupación», agrega.
Su relación con Gonçalves
«Conocí a Paulo, fue compañero en Honda y ahí tuve la oportunidad de conocerlo, de conocer a su familia, de estar en su casa en Portugal. Él estuvo en Chile también, compartimos muchas carreras y tests. Él era muy cercano a Joan Barreda, con quien yo más compartí durante mis años corriendo el Dakar. Él metió un segundo lugar en el 2015 gracias al trabajo de un equipo. Después de remolcar a Barreda por 600 kilómetros en la etapa que terminó en Iquique, un par de etapas más adelante llegamos a la maratón y la moto de Gonçalves se paró. Entre los tres intercambiamos motores, pusimos el de Barreda, que estaba nuevo, en la moto de Paulo y mi motor, que llevaba toda la carrera, en la de Joan. Yo terminé la prueba ahí», recuerda Israel.