Un gol, en un entrenamiento a puertas cerradas ante Coquimbo Unido el pasado fin de semana, tiene a los hinchas ilusionados de cara al arranque de temporada, donde Joaquín Larrivey llega como uno de los grandes refuerzos del club.
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El argentino, con pasos por el fútbol de su país y una larga trayectoria que abarca clubes de Italia, México y Paraguay, entre otros, le concede unos minutos a El Gráfico Chile para repasar sus primeros días como jugador de Universidad de Chile y expresar la ilusión con la que afronta el 2020 con la camiseta azul.
¿Cómo encuentra Universidad de Chile a Joaquín Larrivey a sus 35 años?
Me encuentra en un gran momento, con mucha experiencia y muchas ganas de seguir creciendo. Considero que es un paso importantísimo en mi carrera, es un club grande, que el año pasado no le fue como se esperaba, así que para mí es un lindo desafío. Estoy feliz y orgulloso de estar acá, no sólo en lo futbolístico, sino también en lo familiar. Creemos que es un cambio positivo y lo encaramos con mucha alegría.
Una semana en la U, ¿qué puedes sacar en limpio de estos primeros días en el club?
La primera impresión es la de un club grandísimo, de arranque fue así, cuando mucha gente me fue a recibir. También puede ser que se hayan quedado porque habían recibido a Walter (Montillo) previamente, entonces, capaz que por ahí hicieron el 2×1 (risas). De ahí me sorprendió la organización, la cantidad de personas que trabajan, la seriedad, todo en verdad. Cumplieron ampliamente mis expectativas y lo mismo mis compañeros, quienes me abrieron las puertas del camarín. Pareciera que llevo harto tiempo acá.
¿Quién y cómo te convencieron de llegar a la U?
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Fueron muchas cosas en realidad, yo creí que había dado todo lo que tenía para dar en Cerro Porteño. Yo estaba cómodo con mi familia, pero comenzaron a darse varias circunstancias. Empecé a hablar con mi suegro (Gerardo Reinoso, la Vieja) de que existía esta posibilidad. Con mi mujer comenzamos a meternos en el mundo de la U, cómo sería vivir en Santiago, y cuando se concretó, ya teníamos ganar de viajar lo antes posible. Por suerte se dio.
Llegas a un club que quiere recuperar su imagen y que se salvó del descenso con lo justo. ¿Asumes que hay una responsabilidad muy grande detrás?
A la distancia, yo seguía todas las ligas, porque me gusta seguirlas en general. Si bien en Paraguay no se veía la liga chilena por televisión, sí me sorprendía que un equipo tan grande como la U estuviera peleando abajo. No sé si es una responsabilidad en particular eso, pero sí lo es ponerse la camiseta y salir a entrenar, porque eso implica que tienes mucha gente detrás. Ya cuando firmas un contrato con un club, asumes una responsabilidad, después se dará si el resultado es peor o mejor, pero dar el máximo en cada entrenamiento y en cada partido, eso es innegociable.
¿Y la responsabilidad de ser el goleador? Considerando que a la U le penó la falta de un «9» el año pasado y que, incluso, uno de los máximos anotadores fue un defensa, Matías Rodríguez.
La verdad es que no me pongo esa mochila, porque a mí me interesa venir, dar el máximo y que mis compañeros sientan que lo doy. A veces las cosas salen y a veces no, porque éste es un juego que tiene muchas circunstancias y muchos atenuantes. No me pongo la mochila de que tengo que ser el goleador, pero sí que voy a hacer muchos goles, para ayudar al equipo a crecer y a que esté más arriba. Pero no como un objetivo personal, sino como una responsabilidad linda de dar lo máximo con esta camiseta.
¿Un sueño que te gustaría cumplir en la U?
Cuando uno empieza un nuevo proyecto siempre sueña y ese sueño es querer salir campeón. Ahora tenemos una chance muy linda con la Copa Chile y después con el arranque del torneo. El sueño a largo plazo es conseguir cosas importantes y el de todos es salir campeones. Pero, como te dije anteriormente, a veces las cosas resultan y otras veces no, lo importante es irse tranquilo de que uno dio el máximo y eso es algo que a lo largo de mi carrera nadie me va a reprochar.
Hay una deuda pendiente que va a cumplir 20 años, que es ganar en el estadio de Colo Colo. ¿Te hicieron algún comentario tus compañeros al respecto?
Sí, me lo comentaron y la verdad es que estaría bueno cortar la racha, pero para mí no tiene que ser una obsesión ganar en el Monumental, aunque sí, cuando llegue el momento, tratar de ganarlo, como todos los partidos. No tiene que ser algo que tengas que pensar mucho tiempo, ojalá se dé de forma natural y cuando llegue el momento, el técnico vea quiénes son los mejores para jugar. Tenemos que ir partido a partido.
El duelo contra Unión y las conversaciones con el suegro
¿Cómo les afecta la idea de que Unión Española no se presente a jugar por la Copa Chile?
Estamos pendientes, pero no tanto. Digo que estamos pensando en cómo tenemos que jugar nosotros y las cosas que nos exceden no podemos estar tan pendientes, porque no podemos cambiarlas. Tenemos que pensar que se van a presentar y que se va a jugar de manera normal.
¿Te tocó alguna vez que un rival no se presente?
No, la verdad es que nunca me ha tocado, sería la primera vez, pero en el fútbol han pasado tantas cosas extrañas, que tampoco sería tan raro que pasara.
Tu suegro, Gerardo Reinoso, identificado con la UC, ¿te ha dicho algo sobre el Clásico Universitario?
La verdad es que siempre hablamos de fútbol y recuerda su paso por Católica como uno de los mejores de su carrera. Le tiene mucho cariño, pero siempre hablamos de fútbol en general. Y cuando salió lo de venir a la U, se emocionó mucho, por su familia y por mi señora, que nació en Chile, así que va a venir seguido a visitarnos. Leí que iba a hinchar por la UC, pero si el clásico lo gana la U, no creo que se ponga triste.