Colo Colo

La nueva táctica de la ANFP se pondrá a prueba en el Superclásico de Copa Chile

Desde Quilín calificaron como “un lindo desafío” la final entre Colo Colo y la U para el plan de guardias diferenciados, donde se incluye el bullado comando de élite. Además, señalan que no solo se trabaja en seguridad, sino “en mejorar la experiencia del hincha en el estadio”, lo que también suma al espectáculo dentro de la cancha.

Colo Colo y Universidad de Chile se enfrentarán en la final de la Copa Chile 2019, cerrando una temporada que tuvo que terminar antes de tiempo debido al estallido social y que mantuvo al fútbol profesional detenido por más de 38 días, cuando fue suspendido definitivamente por los incidentes de la Garra Blanca en el duelo entre Unión La Calera y Deportes Iquique en el Bicentenario de La Florida, el pasado 22 de noviembre.

Por lo mismo el primer Superclásico del año será una prueba importante en materia de seguridad, aunque para Rodrigo Robles, gerente de Ligas Profesionales de la ANFP, será «más que una ‘prueba de fuego’, un lindo desafío para que los hinchas disfruten lo que más les gusta, disfruten lo que significa una final con un Superclásico. Un partido así es una oportunidad de intentar de blindarle al público el partido más importante de nuestro fútbol».

Y es que desde Quilín aseguran que no quieren poner el foco en la seguridad, sino que todo está enmarcado en un plan de mejorar la experiencia de los hinchas en los estadios antes, durante y después de un partido de fútbol. Por lo mismo, el dirigente del balompié criollo aseguró en conversación con El Gráfico Chile que «elevar los estándares de seguridad no tiene necesariamente que ver con seguridad, sino que con algo más importante, mejorar la experiencia del hincha. La idea es ver cómo a través de una nueva configuración de seguridad para los espectáculos deportivos, mejoramos el espectáculo en sí mismo«.

Una aclaración que hacen desde el ente rector del fútbol chileno porque no quieren que se ponga el foco en el ‘comando de elite‘, una unidad especial de guardias que buscará detener los mayores actos de violencia dentro de los estadios. «Es importante tener distintos perfiles de guardias privados, con competencias y preparaciones distintas, para que, por ejemplo, en los accesos tengamos un perfil de guardia que favorezca el ingreso, que genere una experiencia amigable«, explica el dirigente y agrega que «más que combatir la violencia, la idea es entregar una sensación de seguridad a hinchas y, también, a los propios guardias, por lo que hemos identificados distintos roles».

«El ‘comando de elite’, como se le ha llamado, no está para facilitar el acceso, cortar tickets en la entrada o impedir el ingreso de público a la cancha, sino que para esas situaciones en las que todo el personal de seguridad se vea sobrepasado. Por lo mismo la idea es que no estén siempre visibles, porque la idea es que no se visualicen como una provocación.», explica Robles, quien además plantea que todo eso es para Carabineros salga de los estadios, ya que ellos «están para resguardar la seguridad pública, no la seguridad privada».

Eso sí, los albos ya habían abierto los partidos de alta convocatoria este año cuando derrotaron a Universidad Católica en semifinales precisamente en Temuco, en un encuentro donde Roberto Tobar tuvo que detenerlo por unos minutos, producto de los proyectiles que cayeron a la cancha. Robles asume la autocrítica y aclaró que «si hubo lanzamiento de proyectiles, asientos y pirotecnia, hay que corregir los errores que cometimos, aunque a veces hay situaciones que no se pueden prever. La información que tenemos es que quienes generaron estas acciones ya están identificados y se les aplicarán los procesos administrativos que correspondan. Eso sí, la idea es prevenir y para eso hemos trabajado, para que el hincha mejore su experiencia y no se sienta incómodo o inseguro».

En ese sentido, desde la ANFP están trabajando para que en todos los partidos del año se pueda aplicar este nuevo modelo de seguridad y el Superclásico aparece como la puerta de entrada para el año 2020, aunque claro, no será lo mismo para todos los encuentros. «Cada uno en su escala, no podemos pretender que el operativo de esta final sea el mismo para uno de Segunda División o uno de baja convocatoria en Primera B. Tampoco hay que sobredimensionar. Lo que ahora hay que hacer es dejar de tener ‘guardias genéricos’, sino que  identificar el perfil de riesgo del partido, el rol que debe cumplir cada guardia para cada situación, en el fondo, hacemos un trabajo más fino, no necesariamente más grande o más caro«.

Por ahora todavía queda mejorar la experiencia del espectáculo dentro de la cancha, ya que la Liga Chilena fue elegida como la peor de Sudamerica según estudio de la IFFHS. Para ese desafío Robles señaló que se debe «hacer un trabajo que no es automático. Por ejemplo, hoy estamos alineados y regulados por Conmebol para que los entrenadores que dirigen en Chile tengan una licencia, eso asegura que mejore el nivel de los entrenadores que llegan al torneo».

Finalmente, el gerente de Ligas Profesionales continuó y agregó que «también hay que relacionarse con los clubes para que a través del diseño del campeonato se permita uno más competitivo y que, eventualmente, favorezca la participación en copas internacionales, por que en la medida que se mejoren esos resultados, habrán mejores planteles y eso va a impactar positivamente en la competencia nacional».

 

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