En 1977, “Raíces” fue un hit en la TV norteamericana. Se trata de una miniserie de ocho capítulos que cuenta la historia de Kunta Kinte, un hombre libre africano forzado a trabajar como esclavo en Estados Unidos, con un final que fue visto por 36 millones de personas, además de haber ganado nueve Emmys y un Globo de Oro.
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Por esos días, Bernardo Redín era un proyecto de futbolista, que cuatro años después debutaría en el Deportivo Cali. Su parecido físico con el protagonista del exitoso programa televisivo lo llevó a ser apodado así y, tal como él, también sería un fenómeno, claro que en una cancha de fútbol.
Sus tres vidas futbolísticas
La vida futbolística de Redín puede dividirse en tres, primero en la cancha, luego en la banca y ahora también en el banquillo, pero como segundo a cargo.
Como jugador, fue extraordinario, sobre todo en el Deportivo Cali, donde conformó en los 80, junto a un tal Carlos “Pibe” Valderrama, una de las mejores duplas en la historia del balompié colombiano, que se traspasaría al Mundial de Italia 1990, donde anotó dos goles.
Como entrenador, poco que destacar, pues sumó un largo listado de clubes entre el 2002 y el 2014, ocho entre su país, Venezuela y Bolivia, donde nunca duró más de dos años y no levantó ningún trofeo.
Y como asistente técnico, ha alcanzado la gloria bajo la sombra de Reinaldo Rueda, principalmente en el multicampeón Atlético Nacional, para después recalar en el Flamengo y actualmente secundar a Rei en la selección chilena.
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Eso en la Roja adulta, porque en los combinados juveniles, su jefe le ha confiado el comando del equipo, el año pasado en el Torneo Esperanzas de Toulon -con triunfos sobre Portugal (1-0) e Inglaterra (2-1), y estrepitosa derrota ante Japón (6-1)- y por estos días en el Preolímpico que se desarrolla justamente en Colombia.
Contra todo pronóstico, incluso el del propio Bernardo, el cuadro criollo lidera el Grupo A, con victorias sobre Ecuador (3-0) y Venezuela (1-0), y mañana buscará la clasificación al cuadrangular final ante Argentina, siempre con el objetivo de obtener uno de los dos cupos para Tokio 2020.
«No le gustaba la vehemencia de algunos entrenadores»
Sergio Angulo se cansó de hacer goles en ese Deportivo Cali de los 80. Claro, atrás de él tenía a Valderrama y Redín, que le hacían las cosas más fáciles.
“Jugaban de memoria”, recuerda el hoy DT de las divisiones menores del club. “También tuvieron la fortuna de tener delanteros que finalizaban lo que ellos generaban, yo tenía que estar muy atento”, complementa Checho.
¿Qué recuerdas de él como persona?
Siempre fue muy introvertido, no era de mucho hablar, pero era un tipo generoso. Él llegó a la tercera del Cali cuando yo estaba en la segunda. Desde que lo vi, me pareció una persona muy sencilla y con el correr de los años lo fui corroborando.
¿Te lo imaginabas siendo entrenador?
Su manera de ser, por ahí, no le decía a uno que podría llegar a ser entrenador, porque nunca le gustó la vehemencia con que algunos entrenadores nos hablaban, pero con el correr de los años uno empieza a ver que se va perfilando un futuro técnico, porque arrancamos juntos en la carrera de formadores de las divisiones menores del Cali. Ha tenido una trayectoria importante y se ha acompañado de un gran estratega, y un excelente ser humano, como el profesor Rueda.
¿Era rebelde con los entrenadores en esa época?
No, era por la forma como nos hablaban los entrenadores cuando estábamos en las menores, pero entendimos que el vehemente, el que a cada rato estaba detrás de nosotros, era porque veía condiciones y quería que fuésemos recordados.
Ahora le toca el lado opuesto trabajando con la Sub 23…
Sí, pero él siempre ha sido una persona de analizar muy bien. Lo hacía en el campo y lo hace en su vida, que va de la mano con el fútbol, porque son una permanente toma de decisiones.
La última: ¿Quién le puso “Kunta Kinte”?
Jajajá. Fue un periodista de acá, el doctor Mario Alfonso Escobar, por la serie de ese tiempo. Lo único que no comparto de eso es la cara de Kunta Kinte, creo que Bernardo tiene su atractivo.
¿Le molestará si le pongo así en la nota?
No creo que le moleste, porque va a llevar a su mente un lindo recuerdo, va a recordarle sus inicios.
