Brian Fernández vive días complicados en Colón de Santa Fe. Desde que el delantero retornó al fútbol argentino, ha hecho más ruido fuera de la cancha y el equipo sabalero dispuso de un psiquiatra y otro médico para trabajar en los problemas personales del ex Unión La Calera.
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Fernández se ausentó de un entrenamiento sin aviso, debido a que había sufrido un robo a mano armada, donde le sustrajeron un reloj. Sin embargo, no hizo ninguna denuncia en la policía.
Esto, sumado a las amenazas de su padre (hincha de Unión), quien se opone a que juegue en Colón y a su misteriosa desaparición, que fue desmentida por el propio jugador. Estas situaciones colmaron la paciencia de la dirigencia del Negro y le asignó un equipo médico para ayudar al ex artillero cementero.
Pese a que se desconoce la duración del tratamiento, el club pretende que Fernández esté 100% enfocado para que recupere el nivel que alguna vez alcanzó. Por ahora, entrenará algunos días separado del plantel y otros con el equipo. Además, el entrenador Diego Osella estará en contacto con los médicos para evaluar el progreso del ex Defensa y Justicia.
Cabe recordar que el atacante de 25 años llegó al cuadro santafesino tras rescindir su contrato con Portland Timbers por negarse a un tratamiento de rehabilitación contra la adicción de la cocaína. En su período en Racing, recibió una sanción por 18 meses por doping positivo.