Cristian Garin emuló a Nicolás Massú y le dio vuelta una final a un argentino en su propia tierra

El 24 de febrero del 2002, el Buenos Aires Lawn Tennis Club se preparaba para una fiesta. El tenista local Agustín Calleri enfrentaba a Nicolás Massú en la final del ATP de esa ciudad, por lo que las apuestas estaban de su lado.

Los pronósticos se cumplían, pues el Gordo se encaminaba hacia el triunfo con un marcador de 6-2, 5-3 y 15-40. Sin embargo, el Vampiro salvó los dos match points en contra, quebró en el juego siguiente y se impuso en el tie-break por 7-5.

En el último parcial, el estadio estaba en silencio, pues se vislumbraba la remontada, que llegó con un 6-2 lapidario para el viñamarino. Algo similar ocurrió este domingo en Córdoba, donde un chileno escribió un guión bastante parecido.

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Cristian Garin (31º) tenía todo en contra en la definición del torneo de esa ciudad ante Diego Schwartzman (14º). Éste tenía a favor al público, el ranking y un set, ya que se quedó con el primero por 6-2.

No obstante, el Tanque dio una muestra de carácter, ganó por 6-4 el segundo y en el tercero aplastó al Peque por 6-0. La cancha central del predio Mario Alberto Kempes estaba estupefacta, viendo cómo se repetía la historia.

Para colmo, Calleri estuvo presente en la pista cordobesa para la premiación a Cris, en su condición de presidente de la Asociación Argentina de Tenis. Las vueltas del destino.