La filosofía de los samuráis japoneses poco a poco se fue haciendo conocida dentro de la cultura occidental e, incluso, llegó a ser parte del fútbol chileno cuando el arquero Johnny Herrera, durante su paso por Universidad de Chile, lució un corte de cabello similar al que ocupaban los antiguos guerreros nipones. Debido a lo curioso del «look» utilizado en ese momento por el guardameta, la prensa tomó atención y decidió bautizarlo como «Samurái Azul», hasta fines del año pasado, cuando el angolino se fue.
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Pese a lo anterior, Herrera generó mucha influencia dentro de las divisiones inferiores del club laico y, en especial, en la generación de arqueros jóvenes que preparó la «U» durante los últimos ocho años en que el meta estuvo en el Centro Deportivo Azul. Dentro de esos «aprendices», uno de los más destacados es Cristóbal Campos, el «Bushi», apodo que el portero debutante de los azules el pasado martes recibió por ser un «guerrero en el camino de la lucha o Bushido», que se basa en la ruta que lo ha llevado a transformarse en el heredero del golero de 38 años, su ídolo personal, por lo demás.
Según cuentan a El Gráfico Chile desde las divisiones inferiores del club, eso sí, ese trayecto no fue fácil para «Bushi», de 20 años. Esto, basado en el conocimiento que tienen los arqueros jóvenes de la «U», quienes tienen conciencia de que es muy difícil que puedan llegar a jugar algún día por el primer equipo de los universitarios y por eso buscan otras opciones donde poder desarrollar sus carreras. En el caso de Campos, quien había llegado a los cuatro años a la institución, esa oportunidad la encontró durante el 2018 en el Sporting de Lisboa, lo cual lo hizo dejar abruptamente la escuadra de La Cisterna.
Debido a que no pudo encontrar la oportunidad que buscaba en Portugal, el hoy cuidavallas profesional de la «U» volvió al CDA para pedir reintegrarse al club al que había defendido por 14 años. En una primera instancia se le negó la opción y, en base a la versión del ex preparador de arqueros, Gustavo Flores, finalmente se trabajó para que se reincorporara, pensando en las altas capacidades futbolísticas con las que podía aportar.
«Su salida esa vez no fue prolija por tema representantes y él se quiso volver, y lo que se hizo fue tratar de recuperar un arquero de condiciones, se peleó por eso. Hicimos mucha fuerza para que se quedara, porque es uno de los jugadores que se apuntaban para el futuro, y en las distintas categorías supimos que iba a destacar. Cuando volvió hicimos que se abocara sólo a la ‘U’ y ahí cambió muchísimo en todos los sentidos, y por eso ahora estoy feliz, porque luchó para tener este presente», asegura Flores a este medio.
«Cristóbal es un admirador de Johnny, su referente máximo e ídolo, y por eso debutó con su número. También es muy hincha de la ‘U’ y sé que fue un debut difícil, porque hay incertidumbre, ansiedad, no sabes bien si te va a tocar o no. Era un partido importante por la Copa, pero creo que es un problema que superó con creces. A nadie lo preparan para cómo va a debutar, si vas a estar jugando ante 40 mil personas. Hay muchas cosas extra que que él enfrentó con personalidad», añade el ex formador de arqueros azules.
Debido al grave problema gastrointestinal que sufrió el titular Fernando De Paul, «Bushi» tuvo la obligación de hacer un debut forzoso en la derrota por 2-0 de la «U» ante Internacional en Porto Alegre, que significó la eliminación de los azules de la Copa Libertadores 2020. A pesar del resultado, tanto el cuerpo técnico como la dirigencia de Azul Azul valoraron su esfuerzo y se mostraron conformes por jugársela por su cantera, ante el vacío que dejaron las salidas de Herrera y Gonzalo Collao, parte de la dotación de guardametas que hubo hasta fines de la temporada 2019.