Experto en seguridad pública emplaza al Gobierno por la violencia en los estadios: “No podemos tener autoridades que no quieran ensuciarse las manos”

Eduardo Vergara es director ejecutivo de la Fundación Chile 21. Desde esa tribuna, no le hace el quite al tema de la violencia en los estadios. Consultado al respecto por El Gráfico Chile, advierte que “no hay una bala de plata para solucionar el problema. Esto es un reflejo de lo que sucede en muchos barrios de nuestro país, donde las disputas son la única manera de resolver los conflictos. La desigualdad ha generado que existan micro guetos y culturas, que entienden la violencia como una forma de subsistir y progresar. Esto no se solucionará en los mismos estadios, pero lo que sí se puede hacer es que, de una vez por todas, el Gobierno haga un buen trabajo”.

Sobre este último punto, el ex jefe de la División de Seguridad Pública del Ministerio del Interior le hace un emplazamiento a La Moneda. “Lo que es incomprensible es que tengamos un Plan Estadio Seguro que si bien mostró una mejoría, porque facilitó el diálogo con los hinchas y empujó a que los clubes se modernicen e inviertan en seguridad privada, en los últimos dos años ha tenido un retroceso. Me gustaría ver también que gente que hoy está en el Ministerio del Deporte, y que fue parte de este programa, no solamente aplauda al deporte cuando trae premios y lo financie cuando es fácil, sino también entienda que el fenómeno tiene ver con la cultura del fútbol, que requiere una intervención y un trabajo serio. No podemos tener autoridades que no quieran ensuciarse las manos”, lanza.

Para finalizar, el experto se refiere al cómo afrontar la problemática. “Es una buena noticia que la ANFP haya anunciado un departamento dedicado exclusivamente a abordar el tema, pero si lo hace solamente desde el control y el castigo, como nos ha enviado algunas señales, eso va a profundizarlo. La Asociación y los clubes tienen una gran oportunidad de enfrentar un desafío social, ligado con la seguridad, pero también con la desigualdad, y de permitir que el capital que financia y auspicia el fútbol también pueda dialogar con lo que ha ocurrido desde el estallido”, cierra.