Guillermo Coria es una de las mejores raquetas argentinas de todos los tiempos. El «Mago» ganó nueve títulos en su carrera, entre ellos dos Masters 1.000, fue finalista de Roland Garros y llegó a ser tercero del mundo, y luego de sus triunfos celebraba como su ídolo Marcelo Salas, pues es hincha de River Plate.
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Su hermano Federico (116º), 11 años menor, siguió sus pasos y se dedicó al tenis, pero sin el mismo éxito. Sin embargo, hoy pasa por su mejor momento (el lunes alcanzará su ranking más alto) y está instalado en los cuartos de final del ATP 500 de Río de Janeiro, donde este viernes enfrentará a Cristian Garin (25º) buscando arrodillarse y elevar el índice al cielo a lo «Matador», pues se lo ha visto imitando el festejo.
El transandino le dio una entrevista hace un par de días al sitio oficial del circuito, donde reconoció que le costó ser «el hermano de». «Pensé en cambiarme al apellido», admitió el familiar del «Mago», quien agregó: “La gente esperaba que yo jugara más o menos como mi hermano. Y fue muy difícil. La gente es un poco mala a veces, entonces había comentarios de chicos que decían que yo era muy malo. A mí me afectaba en mi personalidad, miraba todo el tiempo para abajo”.
Ahora, ya más maduro, con 27 «primaveras», buscará la semifinal del torneo brasileño, claro que al frente tendrá a un «Tanque» que viene inspirado. El chileno, quien por primera vez está en esta instancia en un certamen de esta categoría, suma seis victorias seguidas, entre ellas, dos ante jugadores del otro lado de la cordillera.
De ganar, el nortino podría meterse en el Top 20 del escalafón planetario, aunque dependiendo de los resultados de otros tenistas. En el caso de levantar la copa en suelo «carioca», el ariqueño se ubicaría 18º del listado orbital.
