Mientras la atención sigue puesta fuera de la cancha, donde el foco está en conseguir reemplazo a Mario Salas en la banca, Colo Colo inició en cancha un desafío grande este semestre. Probablemente, el mayor de la primera mitad del año, considerando que -en pocas fechas- ya parece algo quimérico pelear por el cetro local. Así, fue hasta Cochabamba para medirse con el Jorge Wilstermann, en busca de algún punto que le dé un buen comienzo en la Copa Libertadores. Pero ni eso se le dio al “Cacique”. Una derrota por 2-0 selló el paso por Bolivia.
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Cuando un equipo casi no patea al arco rival, es difícil pensar en conseguir un resultado positivo. Y si bien durante el segundo tiempo se dio maña para hacerse espacios y tener algo más de profundidad, los más de 2.500 de altura hicieron pronta mella en el físico de los chilenos.
Tras aguantar bien el primer tiempo, aunque sin profundidad ni ambición, el segundo se arrunió el plan: un remate desde fuera del área de Leonel Justiniano y un rebote que dejó a medio camino a Brayan Cortés, dieron el primer gol a Ricardo Pedriel.
Sobre los descuentos, Ramiro Ballivian capitalizó un centro desde la derecha para el 2-0 final, dando a los albos una derrota algo excesiva en los números, pese q que recién en el último cuarto de hora, agotando los cambios, Colo Colo fue más profundo. Pero no alcanzó. Cuando era el momento de ir al frente, faltó decisión y ambición.
Un inicio que estuvo lejos de ser el óptimo.
