Peleas entre hinchas, fuegos artificiales, proyectiles, invasión a la cancha e insultos racistas fueron parte de una jornada de descontrol que se vivió en San Carlos de Apoquindo, en el encuentro entre Universidad Católica y América de Cali por la Copa Libertadores y que terminó con triunfo 2-1 para los colombianos.
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La seguridad del encuentro válido por la segunda fecha del Grupo E se vio burlada en reiteradas oportunidades y por ello el bicampeón del fútbol chileno arriesga recibir una fuerte multa económica y jugar sin público en sus próximas presentaciones continentales como dueño de casa.
Entre los hechos que se registraron, hubo enfrentamientos entre hinchas del América con Carabineros y peleas entre fanáticos de la visita con seguidores de la UC, tanto dentro como fuera del estadio.
— Alfonso Morales Movilla (@PonchoMorales85) March 11, 2020
Cabe consignar que hinchas del América ingresaron a sectores que no les correspondía, tanto en las tribunas Ignacio Prieto como Alberto Fouillioux. En este último sector del estadio, se produjeron enfrentamientos que derivaron en la invasión de fanáticos colombianos a la cancha.
A dichos hechos, se deben agregar los proyectiles que fueron arrojados al campo de juego desde la tribuna Mario Lepe, entre ellos los que impactaron a los jugadores del América Yesus Cabrera y Matías Pisano. En esa misma tribuna se encendieron fuegos artificiales y se detonaron bombas de estruendo. Además, en Sergio Livingstone se lanzaron insultos xenófobos y racistas.
Todas las situaciones descritas son sancionadas por la Conmebol, tanto por lo establecido en su Código Disciplinario como en su Reglamento de Seguridad. Por lo dicho, la UC puede acumular varias causas y por ello recibir un fuerte castigo.
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«Lamentamos los incidentes provocados por hinchas visitantes ayer (miércoles), así como algunos ocasionados por supuestos hinchas cruzados. Estamos evaluando las medidas adoptadas y ejerceremos las acciones correspondientes contra quienes se logren identificar como responsables«, manifestó vía Twitter el presidente de Cruzados, Juan Tagle.
El Artículo 9 del Código Disciplinario de la Conmebol es claro: «Las Asociaciones Miembro y clubes son responsables de la seguridad y del orden tanto en el interior como en las inmediaciones del estadio, antes, durante y después del partido del cual sean anfitriones u organizadores. Esta responsabilidad se extiende a todos los incidentes que de cualquier naturaleza pudieran suceder, encontrándose por ello expuestos a la imposición de las sanciones disciplinarias y cumplimiento de las órdenes e instrucciones que pudieran adoptarse por los órganos judiciales«.
Además, el Reglamento de Seguridad deja en claro que «la organización, seguridad, comodidad, logística, higiene y salud pública de los partidos, sumado a lo anterior la seguridad, bienestar y tranquilidad del equipo visitante y autoridades deportivas durante su estadía en la ciudad sede del partido, será responsabilidad del club local. El incumplimiento de las obligaciones, deberes, medidas y procedimientos dispuestos en el presente reglamento constituye una infracción, encontrándose los órganos judiciales disciplinarios de la CONMEBOL facultados para imponer las sanciones del caso».
Es decir, la UC incurrió en infracciones tipificadas en distintos artículos de dos cuerpos reglamentarios distintos de la Conmebol, por lo que puede recibir una fuerte multa económica, como sumatoria de todas faltas. Además, por la gravedad de los hechos, fundamentalmente el lanzamiento de proyectiles que afectaron a jugadores de la visita, arriesga jugar a puertas cerradas ante Germio e Inter de Porto Alegre, sus dos duelos restantes por el Grupo E, en el que ya se encuentra en estado grave a raíz de su rendimiento deportivo.