El coronavirus empezó siendo local en China, luego continental en Asia y Europa, y finalmente fue declarado pandemia mundial. El deporte arrancó suspendiendo competencias domésticas y este martes cobró como «víctimas» a las dos continentales más relevantes del año, la Eurocopa y la Copa América.
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Sin embargo, el evento deportivo más importante del 2020 es planetario, los Juegos Olímpicos de Tokio, que se niegan a suspender por el momento. La cita de los cinco anillos, a realizarse originalmente entre el 24 de julio y el 9 de agosto, continúa en pie, en medio de este virus de postergaciones.
De hecho, el Comité Olímpico Internacional, que se encuentra realizando una ronda de consultas con los entes involucrados en la organización, emitió un comunicado al respecto. «A más de cuatro meses, no hay necesidad de tomar decisiones drásticas en esta etapa», avisó.
«El COI confía en que las numerosas medidas adoptadas por muchas autoridades de todo el mundo ayudarán a contener la situación del Covid-19», advirtió después, haciendo un llamado a los deportistas. «Alentamos a todos los atletas a continuar preparándose lo mejor que puedan», cerró.
El Comité Olímpico de Chile tuvo contacto ayer con su par orbital, con el cual está alineado. «Tuvimos una videoconferencia con el Presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, donde nos dio algo de tranquilidad, porque les pidió a las Federaciones Internacionales que replantearan sus sistemas de clasificación, ya que en las fechas originales no pudieron hacerse muchos preolímpicos. La primera semana de abril las Internacionales de estos deportes deberán presentar una nueva modalidad al COI, y ahí se nos van a presentar a los Comités Nacionales para definir un sistema de clasificación final», cuenta a este medio Miguel Ángel Mujica, timonel del COCh, quien agrega que «la intención del COI es seguir adelante, insistir con la celebración de los Juegos Olímpicos. Y nosotros, estando bajo su alero, vamos a mantener esa posición, teniendo en cuenta que la situación actual es tan dinámica que de aquí a un par de semanas puede evolucionar para peor o para mejor».
Más allá de los buenos deseos, el organismo con sede en Lausana sabe la catástrofe financiera que podría implicar el aplazamiento, no tanto para sí mismo como para la repartija. Se estima que no podría distribuir cerca de 1.9 mil millones de dólares a Federaciones Internacionales, Comités Olímpicos Nacionales y a Solidaridad Olímpica, comisión que apoya a los países que necesitan más ayuda.
Eso sí, si las proyecciones sanitarias se mantienen, no quedará otra. En ese escenario, posponer el certamen para octubre es una opción, tal como ocurrió con el de 1964, justamente en la capital japonesa. De mantenerse la crisis y no prosperar esta alternativa, aparece la del 2021, aunque para el año que viene ya están planificados varios campeonatos mundiales de distintas disciplinas.
El 2022 es la tercera chance, ya que también están programados los JJOO de Invierno en Beijing. El Mundial de Catar no sería impedimento, pues se disputará entre noviembre y diciembre.