Apenas comenzó a expandirse el coronavirus por el mundo, las suspensiones de las competiciones deportivas en el planeta comenzaron a caer como un efecto dominó. Si bien en Chile se jugó una fecha con público, bastó un par de días y el aumento de los contagios para tomar la decisión de paralizar todo hasta nuevo aviso.
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La Tercera División no estuvo exenta a la decisión sanitaria y tras la suspensión decretada por la ANFA, los jugadores de los 17 equipos participantes comenzaron una larga cuarentena con trabajo físico desde la casa, una tarea que será difícil de llevar a cabo con los recursos existentes en la categoría.
«Los jugadores están en la casa entrenando. El PF les dio un plan de trabajo y dependerá de lo que cada jugador tenga en su hogar, algunos tienen espacio y otros no. Hay que adaptarse dentro de lo que puedan, no todos tienen los implementos, así que por lo menos la idea es mantener alguna actividad física«, admite Rodolfo Madrid, entrenador del Rodelindo Román.
El ex mediocampista de Colo Colo agrega que «es mucho estar parado dos meses. Cuando uno está de vacaciones, en un mes se nota la diferencia, imagínate en dos. La mayoría de los equipos tenía la pretemporada hecha y ahora con esto es como volver a cero».
En Lota Schwager el panorama es similar: «Tengo un par de cosas para ejercitarme, pero no todos tienen, lo que podemos hacer es salir a trotar y trabajar el cuerpo, pero es difícil tener las comodidades. Nos recomendaron correr en lugares donde no haya gente, porque los gimnasios están cerrados», reconoce Carlos Irribarra, delantero de la «Lamparita».
«Nosotros al menos no queríamos dejar de entrenar, estábamos agarrando ritmo. Esta para de dos semanas complica mucho, practicar en la casa no es lo mismo que estar en la cancha», agrega el atacante.
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Sergio Torres, arquero y capitán de Deportivo Pilmahue, admite que no ha sido fácil llevar el confinamiento en Villarrica. «Es mucho más complicado estar encerrado y seguir la pauta que entrega el PF, porque no sabemos cuándo volveremos. Con un compañero estamos en una cabaña haciendo las actividades físicas, en un espacio reducido. Es difícil mantener la línea«, asegura.
«Muchos trabajan haciendo Uber y hay un riesgo de contagio»
Es común ver en la Tercera División que a muchos jugadores no les alcanza con el sueldo de futbolista. Por lo mismo, la gran mayoría debe ingeniárselas en otros oficios. En período de cuarentena, la situación económica se vuelve aún más compleja.
«Hay algunos compañeros que trabajan y tampoco los están dejando asistir. Los días que estemos sin trabajar no creo que nos paguen, hay que rebuscárselas como sea para generar lucas. Al menos en el club nos dijeron que nos iban a brindar ayuda económica», narra Irribarra desde Coronel.
En el Rodelindo Román, club que debutará este año en la Tercera A, tras lograr el ascenso en el 2019, reconocen que muchos jugadores deben dedicarse a otro oficio. «Ojalá el tiempo de para no sea tan largo. Aquí muchos trabajan, algunos hacen Uber y hay un riesgo de contagio, pero esta suspensión afecta al bolsillo y no queda otra que trabajar«, advierte Madrid.
En la zona lacustre del sur del país, el panorama es idéntico. «Para estos lados afecta mucho lo económico. Se cierra lo laboral, hay muchos que trabajan en las tardes, yo trabajo en una escuela de fútbol y fue lo primero que se cerró. A la larga, todo va pasando la cuenta en el bolsillo y en lo sicológico. La gente se asusta, uno va al centro y a las seis de la tarde, ya no se ve a nadie. Como esta zona es bien chica, se nota», completa Torres.