El fútbol está parado y la discusión está instalada: ¿Deben rebajarse los sueldos de los jugadores mientras no haya partidos por el coronavirus?
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Algunos clubes, como Unión Española y Deportes Iquique, ya empezaron con las reducciones temporales de salarios, mientras que los «grandes» buscan fórmulas para aplicarlas.
Carlos Soto, ex presidente del Sindicato de Futbolistas Profesionales, hoy representante y asesor de derecho deportivo, se refiere al espinudo tema.
¿Cómo te ha pegado esta crisis sanitaria?
Desde el punto de vista doméstico, no hemos podido encontrarnos entre los familiares, como acostumbramos los fines de semana. En lo laboral, ha bajado la intensidad, pues me desempeño entre oficina, calle y reuniones, propias de mi profesión.
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¿Se hace muy complicada la vida sin fútbol?
Se extraña ver partidos los fines de semana, si no es la competencia nacional, tenías la opción de ligas internacionales o simplemente ir al estadio, algo que hago siempre, sea la categoría que sea.
¿Estás de acuerdo con la rebaja de sueldos para los jugadores en Chile?
Para responder esta pregunta hay muchas variables que influyen. La primera es decir que tocar sueldos de los trabajadores es una problemática nacional. Segundo, en Chile los futbolistas profesionales tienen contratos individuales de trabajo, no existe la negociación colectiva en este ámbito, por tanto, llegará inevitablemente el momento en que cada futbolista decidirá buscando su realidad, sus recursos y expectativas.
¿Debería haber un mandato general o cada club tiene que afrontar el tema internamente?
Me gustaría saber si el contrato con el CDF tiene cláusulas de fuerza mayor, caso fortuito o resolución de autoridad, eso puede cambiar todas las preguntas y respuestas que nos hagamos. El aspecto económico juega un rol determinante en esta industria y, desde mi perspectiva, es un error mirar así esta ocupación. Los éxitos deportivos traen como efecto natural a inversionistas y patrocinadores. Por tanto, el producto depende de la calidad de sus entrenadores y dirigidos, y para ello creo que es necesario un plan nacional de desarrollo, aprovechando esta instancia de crisis que se nos viene. Es una oprtunidad de revisar la repartición de dineros por televisión, que sea en forma progresiva, más solidaria. El fútbol tiene una tremenda particularidad, los clubes se necesitan mutuamente, ésta no la tienen áreas productivas como, por ejemplo, los supermercados, las grandes tiendas o los bancos.
¿Los futbolistas que ganan más deberían dar el ejemplo, como pasa en otros lados del mundo?
Estamos en un sistema neoliberal en el que está totalmente enquistado el concepto de individualismo. Para compararse con ligas europeas se debe hacer a partir del PIB de estos países y mirar el nuestro, porque no es real evaluar los contratos millonarios que se mueven en otros lados y ver nuestras planillas de salarios. Ojalá veamos la solidaridad y el trabajo colectivo propio de un verdadero equipo. Es el momento para que el fútbol chileno piense qué cambios hacer y aplicar.
¿Qué llamado harías a todos los actores involucrados?
Un problema de carácter nacional se debe conversar entre todos los actores de la actividad, escuchar a cada entidad su planteamiento, su posición, su realidad, sus miedos y sus propuestas, de modo de obtener un consenso y tomar una decisión vinculante. No olvidemos que la Segunda División se mueve con recursos propios, recaudaciones y publicidad, no hay subvenciones de nadie, y cada club se las arregla como puede, ahí veremos un dudoso escenario que invita a ver realmente de qué está hecho el fútbol.