Tras cuatro buenas temporadas en el Bologna, Erick Pulgar dio el salto a la Fiorentina, equipo que buscaba reflotar éxitos pasados. No obstante, en lo que iba corrida de la Serie A antes de la explosión del coronavirus, el club de Florencia seguía peleando en la parte baja de la tabla.
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El volante chileno cumplía una aceptable campaña, con 25 de los 26 partidos jugados en el Calcio, 23 de ellos como titular, y cuatro goles, apenas dos menos que los delanteros Federico Chiesa y Dusan Vlahovic. Pese a esto, no se salva de las críticas.
«Una inversión con sabor a decepción», tituló el sitio partidario Fiorentinanews.com. «Después de sólo un año, ya podría terminar en el banquillo», complementó el encabezado.
La nota explicó que «cuando llegó, las expectativas eran muy diferentes de lo que vimos en el campo. Permítanme ser claro, nadie había identificado un campeón extraordinario, pero la impresión era que había llegado un perfil capaz de resolver muchos de los problemas en el mediocampo». Luego, agregó que «sin embargo, tuvo un rendimiento medio-bajo, salpicado de muy pocas jugadas decisivas».
La publicación reclamó que no ha estado al nivel de lo que se pagó por su ficha, alrededor de 10 millones de euros. «Un final decepcionante para todos, dadas las premisas del verano pasado», cerró.