El ex defensa de Universidad de Chile, Sergio Vittor, vive un complejo momento encerrado en un cuartel militar de Arabia Saudita a causa del coronavirus. El central que también jugó en Universidad de Concepción hoy milita en el Damac FC de ese país y desde ahí se refirió al calvario que ha debido vivir desde que inició la emergencia sanitaria.
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«Mira, si quieres ponlo así: Si me contagio de coronavirus en el camino, me chupa un huevo (sic), con tal de volver a mi país. Ya ni me importa contagiarme, a ese punto llegué», dijo Vittor a La Nación de Argentina.
Ante ese escenario, el defensor comenzó narrando sus vivencias diciendo que «el 13 de marzo ya no se podía ni ir al club para entrenarnos. Estamos encerrados desde entonces. Mi esposa no llegó a viajar desde Buenos Aires. Vivo solo en un complejo cerrado, construido por Estados Unidos para militares norteamericanos. Acá sólo pueden entrar extranjeros, ni siquiera los árabes».
«Todos los días son una aventura nueva. No puedo dormir. Concilio el sueño a las seis, siete de la mañana, me levanto a las 10. Todos los días es igual. Estoy casi las 24 horas despierto, uno se vuelve loco. Te soy sincero: a las dos de la tarde me preparé la comida, son las siete y el plato sigue ahí. Uno no tiene ganas de hacer nada, un desastre. Pierde calidad de vida, se acuesta a cualquier hora, no duerme… Estoy más solo que un perro«, agregó.
Por último, Vittor desesperado con su encierro atacó duramente el fútbol árabe:»En lo económico es el mejor contrato de mi carrera. Eso está clarísimo. Por algo vine a Arabia Saudita, por los proyectos económicos a futuro. Yo ya tengo 30 años. No vine para conocer la cultura y cobrar dos pesos. Esa es la realidad. El que dice que viene por lo deportivo está mintiendo porque acá el fútbol es una porquería».