A nivel de fútbol, México siempre se ha encargado de dar de qué hablar. Hace un tiempo se supo que el Veracruz, descendido con una pésima campaña, pagó para no perder su plaza en la Primera División.
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La nota, en esta ocasión, la pone el segundo escalafón del fútbol azteca, llamada Ascenso MX. Debido a la pandemia de coronavirus, el campeonato se suspendió el 15 de marzo, tras ocho de las once fechas en el calendario.
Ahora, los doce representantes de los clubes del Ascenso MX y el presidente de la Liga MX, Enrique Bonilla, se reunieron para dar por finalizado el campeonato ya que no se vislumbra una reanudación pronta.
Las decisiones están basadas en los problemas económicos que tienen los clubes para mantener a sus trabajadores en estas semanas sin partidos y en que no habrá ascensos al final del campeonato, algo que sabían los equipos antes de comenzar el Ascenso MX.
Para darle un cierre correcto, se barajan tres opciones: jugar una final entre los dos primeros, Mineros de Zacatecas y Correcaminos; jugar la liguilla tal como estaba estipulado en las bases; o dejar vacante el título.
Pero hay aún más, ya que la decisión de detener el campeonato va más allá. La división de plata del fútbol mexicano sería reemplazado por una llamada Liga de Desarrollo, donde los equipos no tendrían derecho a ascender ya que no cumplen con el certificado que los autoriza y sólo se encargarían de formar jugadores.
Solo en el fútbol mexicano. Y pensar que hace un tiempo fue referencia para los torneos chilenos…