No hay aficionados que lo alientan en la ruta. Ni compañeros que lo apoyen. No hay una carrera que ganar.
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Pero el ciclista profesional Davide Martinelli se está apuntando victorias morales cada vez que sale con su bicicleta a repartir medicinas para los ancianos y otros necesitados durante la pandemia del coronavirus.
El servicio es de gran utilidad en Lodetto, el pueblo de Martinelli en la región lombarda del norte de Italia, muy golpeada por el brote. El pueblo no tiene una farmacia ni un supermercado.
Martinelli va todos los días a Rovato, el pueblo más cercano, a recoger las provisiones.
“Tengo una bicicleta y dos piernas en buena forma. Hacer 10 kilómetros diarios no es gran cosa”, dijo Martinelli en una entrevista esta semana. “Quería ayudar a la gente que siempre me apoya durante la temporada. Es hora de dar algo de vuelta”.
Martinelli se unió a un grupo de Facebook llamado “Lodetto Solidale” (Lodetto Solidario) al que pueden acudir las personas necesitadas. Pueden solicitar cosas por la internet, por teléfono o con mensajes de texto.
El ciclista recibe los pedidos todas las noches y prepara el recorrido para el día siguiente.
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“Voy a la farmacia y cuando llego me pongo los guantes y el tapabocas”, relato. “Si voy por tres o cuatro personas, hay menos riesgo de contagio”.
Lodetto tiene apenas 1.500 habitantes y todo el mundo sabe quién es Martinelli. O, mejor dicho, quién es su padre.
Giuseppe Martinelli es uno de los directores de equipos ciclísticos más exitosos de Italia. Trabajó con figuras como Marco Pantani y Vincenzo Nibali cuando ganaron el Tour de Francia y varios Giros de Italia.
El padre de Martinelli dijo que lo que está haciendo su hijo “está un peldaño por encima de una victoria de uno de mis corredores, porque es algo que lo gratifica a él y porque es parte de nuestra familia”.
Davide es parte del equipo Astana de Giuseppe, quien dice que no tuvo nada que ver con la iniciativa de su hijo. Solo le dio un consejo de padre: “Le dije ‘cuídate. No toques a nadie. Usa mascarilla y guantes cuando entras a la farmacia’”.
Martinelli tiene 26 años y mucho tiempo por delante en el ciclismo. Por ahora ha ganado solo un par de etapas en carreras menores, ambas en el 2016. Su gesto le ha dado mucho más reconocimiento que el que se ganó como ciclista.
Los deportistas no pueden entrenarse mientras dure el encierro decretado por las autoridades. “No piense por un momento que hace esto para entrenarse”, dijo el padre. “Ocho de cada diez veces sale con zapatos normales y usa su bicicleta de montaña. Y estamos hablando de 30 o 40 minutos dos veces al día, a veces una”.
Eso no es nada para un ciclista profesional.
“No niego que salir y respirar aire fresco me relaja”, dijo Davide Martinelli. “Si, existe el peligro de un contagio cuando voy a la farmacia, pero uno no puede pensar en eso. Cuando decides hacer algo, tienes que hacerlo sin pensarlo demasiado”.