En medio de la crisis del coronavirus, el tema de los salarios de los futbolistas se ha tomado la agenda del balompié chileno. El club más importante de nuestro país, Colo Colo, no ha podido llegar a un arreglo entre los dirigentes y el plantel, como informó Aníbal Mosa.
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«Hicimos una propuesta velando por no despedir a nadie y no tocar los sueldos más bajos. Lamentablemente, luego de muchas conversaciones, no hemos podido llegar a un acuerdo con los jugadores. Para mí, éste es un día muy triste«, indicó el presidente de Blanco y Negro en conferencia de prensa.
El mandamás explicó cómo fue el proceso de negociación con la plantilla, que finalmente no llegó a buen puerto: «Tuvimos varias reuniones. Nunca quisimos llegar a esta situación. Les pedí que por favor empatizaran con nosotros y que necesitábamos su ayuda».
A continuación, el timonel expresó estar «muy afectado. A la mayoría los contraté yo, sus contratos llevan mi firma», agregando que «no pensé que podíamos generar este quiebre. Le han dado la espalda a su institución y eso me tiene muy desilusionado. Nos hemos visto obligados a recurrir al seguro de protección del empleo«.
«Les dije ‘tratemos de que la sangre no llegue al río’ y lamentablemente llegó. Este directorio hizo todos los esfuerzos posibles por darle tranquilidad a un montón de gente», prosiguió.
«Hace 40 días que no entrenan y creen que es justo que se les siga pagando lo mismo»
Con el correr de la conferencia, Mosa fue soltando artillería pesada. «Nosotros no estamos pidiendo que asuman un descuento por algo que se nos ocurrió simplemente. No juegan un partido hace meses, hace 40 días que no entrenan y creen que es justo que se les siga pagando lo mismo«, lanzó.
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El presidente de ByN explicó que un encuentro de la «Copa Libertadores nos significa 400 millones de pesos de local, uno normal 200, uno con la Católica 300. Y cuando no vas a tener ese dinero, hay que tomar medidas».
«No nos levantamos un día y dijimos ‘oye, ¿cómo podemos perjudicar a los jugadores?’. Ellos entienden la situación mundial, pero no quieren que les metan la mano en el bolsillo«, prosiguió.
Tras esas declaraciones, finalizó suavizando un poco el discurso: «Estamos abiertos al diálogo. Las puertas para conversar siempre van a estar abiertas».