En días donde en nuestro país se debate fuertemente sobre el tema de la discriminación, en Argentina se fueron al extremo. Marcos Fernández, jugador de San Martín de San Juan, decidió pasar la cuarentena obligatoria en su pueblo natal, Matilde, ubicado en Santa Fe, pero se encontró con una triste sorpresa de sus coterráneos.
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Por miedo a que tuviera coronavirus, los pobladores lo hostigaron hasta expulsarlo, pese a que tenía los permisos para volver a su tierra a cumplir con el aislamiento. Así lo explicó el propio futbolista a través de Facebook.
«Tristemente nos encontramos con gente a la cual no le cayó bien que yo pueda volver, y las que se encargaron por completo de sacarme (o mejor dicho echarme)», publicó el santafesino en la red social.
«Con esto no quiero mostrar nada más que una sensación de rechazo para estas personas que lograron su propósito», agregó.
El volante central surgió en Colón y luego pasó a San Luis de Quillota, donde estuvo entre el 2015 y el 2016.