En la semana que acaba de terminar, la ANFP empezó a oficializar los primeros lineamientos para el regreso a las prácticas. La “nueva normalidad” del fútbol comenzó a gestarse el miércoles con la entrega de un protocolo a la subsecretaria de Salud, Paula Daza, elaborado por la subcomisión médica de la Comisión Retorno que creó el organismo de Quilín.
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Liderada por Fernando Yáñez y Fernando Radice, esta unidad tiene el desafío de hacer factible la vuelta segura a los entrenamientos. Radice, el médico de Universidad de Chile, comenta este primer documento, anticipa lo que viene y detalla las fases a respetarse previas a un incierto regreso de la competencia.
¿Qué acogida tuvo el primer protocolo por parte del Minsal?
A la reunión asistieron el doctor Fernando Yáñez, jefe del área médica de la ANFP, y Rodrigo Robles, gerente de Ligas Profesionales, y la doctora Paula Daza. Fue cordial, el protocolo está siendo evaluado por el Minsal y creemos que tuvo una muy buena acogida. Éste establece las condiciones que los clubes deben considerar para un retorno seguro a los entrenamientos, una vez autorizado por el Ministerio de Salud. La subsecretaria ha dicho claramente que aún no están las condiciones sanitarias para regresar a las prácticas.
¿Qué viene ahora, previo al segundo documento?
Una labor en conjunto con todos los cuerpos médicos, dirigentes, técnicos y jugadores en la implementación del protocolo, considerando que las realidades de cada equipo son diferentes. La idea de la Anfp es generar un trabajo solidario, para lograr las mejores condiciones de seguridad para el inicio de los entrenamientos.
¿Qué tan aplicables son los protocolos europeos, dada la diferencia de recursos?
Son realidades absolutamente distintas. Nosotros estamos muy atentos a las acciones tomadas en otras ligas, para ver sus resultados, para aprender y aplicar lo bueno, y no repetir errores que éstas puedan presentar.
¿Qué sentido tiene mantener las distancias en los entrenamientos, si en los partidos no será así?
El retorno requiere de un cambio cultural en la forma de los cuidados que hay que tener para convivir un largo tiempo con el covid-19. La implementación progresiva, gradual, nos permite reforzar conductas, prevenir contagios y mejorar la condición física de los jugadores. El protocolo contempla tres fases: la primera tiene un mayor distanciamiento deportivo, pero la segunda ya considera la actividad grupal reducida y la tercera, la integración completa.
Pensando en el segundo protocolo, ¿existe una fecha tentativa para el retorno a la competencia?
No existe ninguna fecha tentativa, ya que no sabemos cómo se va a comportar la curva de esta pandemia. Hay que ir paso a paso. En todo caso, antes del inicio de la competencia debiéramos tener al menos tres semanas de entrenamientos en la fase 3.
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¿Han podido trabajar con independencia, sin presión de los clubes?
Todos entendemos que para poder volver a la competencia debemos tener sanos a los que trabajan en esta actividad. No ha habido nunca ninguna presión al respecto, al contrario, hay una gran colaboración y disposición solidaria para sacar esto adelante entre todos. El cuidar la salud de los jugadores, de sus familias y de todos los que trabajamos junto a ellos es lo primero y lo más importante.
¿Es posible volver a jugar con público este año?
Es una gran pregunta, que nadie está en condiciones de responder hoy.
¿Qué pasará si varios jugadores de un mismo plantel se contagian? ¿Ese equipo quedará “suspendido”? ¿Por cuánto tiempo?
Eso es algo que en el protocolo del retorno a la competencia debe estar considerado, pero que aún debe analizarse y discutirse entre todos.
¿Estaremos en presencia de un nuevo fútbol?
No. Vamos a tener que cambiar algunas conductas como el escupir durante el partido en la cancha, extremar los cuidados de salud y aseo, pero la esencia no se va a perder.
