Durante estas semanas sin actividad en las canchas, Roger Federer ha sacado todo su lado activista a relucir. El suizo, un tipo que vive y respira tenis, ha aprovechado estos días libres para darle vuelta a una serie de situaciones que, aunque no están en la primera línea de su deporte, generan cierto ruido interior.
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La más reciente habla de fusiones de los dos circuitos, el femenino y el masculino. “Sólo por preguntar… ¿soy el único que piensa que ahora es el momento para que el tenis de hombres y mujeres se unifique y sea uno?”, pensaba Federer en Twitter.
Y como el suizo es un tipo muy seguido en redes sociales (12,7 millones de seguidores en Twitter, por ejemplo), tuvo respuestas de todos lados, desde la número uno de la WTA, la rumana Simona Halep (“No eres el único”), y el español Rafael Nadal (“Estoy completamente de acuerdo”), hasta la ex tenista Billie Jean King (“Lo he estado diciendo desde principios de los 70”).
La propuesta de Federer, según lo fue detallando en la red social, apunta al lado dirigencial, no a fusionar lo deportivo con competencias mixtas, que se dan en algunos campeonatos grandes. “Hablo de unir los dos organismos (ATP y WTA) que puedan supervisar los circuitos profesionales de hombres y mujeres”, explicó.
“Es muy confuso para los fans cuando hay diferentes sistemas de ranking, diferentes logos, diferentes sitios web, diferentes categorías de torneos”, expresó en un posteo y en otro añadió: “Son tiempos difíciles en cada deporte y podemos salir de esto con dos organismos debilitados o uno fortalecido”.
Si bien la medida terminó recibiendo aclamación generalizada, hubo otros que se mostraron en contra, como un lacónico australiano Nick Kyrgios, que respondió que “no deberían fusionarse”.
Pero, extrañamente, hubo un par de personas ligadas al mundo del tenis que se molestaron con la idea. La estadounidense Serena Williams escribió que “era confidencial” y el canadiense Vasek Pospisil, miembro del consejo de jugadores de la ATP, respondió que la idea “se está trabajando desde que llevamos esa visión en enero”.
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Lo que molesta en algunos círculos tenísticos es que Federer aparezca como el paladín de una idea que se vendría trabajando bajo secreto por mucho tiempo y que el suizo robe crédito a las mujeres que participan en la propuesta. De todas formas, lo que hizo Roger fue poner en la discusión un punto que, tal como indicó King, viene desde hace muchos años.
Un tipo que ayuda
La pregunta/propuesta de Federer se suma a una serie de situaciones donde el suizo busca mejorar la actividad desde y para el tenis.
Junto al serbio Novak Djokovic y al propio Nadal, Federer está analizando crear un fondo de ayuda para los tenistas de bajo ranking y que sufren con la crisis económica, casi el secreto a voces que tiene el mundo del tenis en materia de pagos.
E, incluso, se las ha dado de instructor virtual y, usando sus redes sociales, enseñó a los aficionados cómo hacer una volea.
Los gestos del actual 4º del ranking ATP suman y siguen. Federer ha planteado durante su carrera al tenis como una manera de darles una mano a los demás de diferentes formas, ya sea en partidos de exhibición a beneficio como a través de su fundación, para ayudar a niños mediante el deporte y la educación.
También lo hace con donaciones, la más reciente la de un millón de francos suizos (un poco más de un millón de dólares) para las familias más vulnerables que sufren con la pandemia en su país.
Estos hechos lo han puesto en un escalón sobre el tenis, donde sus adeptos son millones por su forma de jugar. Su labor filantrópica le ha permitido ser nombrado, incluso, como la segunda personalidad más respetada y creíble del mundo en el 2011, detrás de un tal Nelson Mandela.
Ahora, el giro de Federer va por lo organizacional. A sus 38 años y con una operación de rodilla que lo iba a tener fuera del circuito hasta cerca de Wimbledon (si se jugaba), el suizo, que cada vez que se refiere al retiro asegura que mientras el físico aguante seguirá jugando, quizá comienza a mirar un sillón ejecutivo en su futuro.
