Everton, uno de los primeros clubes en detectar casos positivos de coronavirus, y la Universidad de Concepción retomaron los entrenamientos pensando en el retorno del fútbol chileno el próximo 31 de julio.
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En el caso de los viñamarinos, el entrenamiento se realizó en Concón, comuna que está exenta de la cuarentena total. La práctica fue optativa y solo participaron los jugadores que viven en la zona, mientras que el resto del plantel lo hizo de forma remota.
El elenco dirigido por Javier Torrente realizó trabajos físicos y de balón en grupos muy reducidos y con todas las medidas de resguardos impuestas por el ministerios de Salud.
En tanto, el conjunto del Campanil realizó prácticas diferenciadas para mantener la distancia social. A cada jugador se le tomó la temperatura antes de ingresar al centro de entrenamiento y se les hizo entrega de un kit personalizado.