Una pasión la condujo a otra. Así se puede resumir la historia de Denisse Rivera, árbitra del Campeonato Nacional Femenino y que durante la crisis por el covid-19 ha dado batalla en primera línea contra la pandemia, en su condición de técnica en enfermería.
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Su pasión por el arbitraje la llevó a descubrir su vocación por la enfermería. «Me decidí a estudiar cuando en una ocasión estaba arbitrando en el fútbol infantil y se accidentó un niño. Al chocar con el arco sufrió una herida y fue una emergencia que me dejó impresionada. Suspendimos el partido y quedé afectada, pensando cómo podría ayudar si algo similar le ocurría, por ejemplo, a mi hermana menor», cuenta Rivera en una entrevista con el sitio del Sindicato de Árbitros del Fútbol Profesional Chileno (Arbifup).
Con el fútbol suspendido, durante los últimos meses se ha enfocado en sus labores en el Hospital de la AChs. En dicho recinto, Denisse relata que «pasé del piso del covid a otro de mayor complejidad, donde hay pacientes intubados, en situación delicada. Y si mis jefes me destinaron ahí lo tomo como un nuevo desafío y responsabilidad, además de la opción de seguir aprendiendo. No siempre se da la oportunidad, así como tampoco nadie tiene la experiencia de haber vivido una pandemia».
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En cuanto a sus labores específicas, la árbitra explica que debe «dar los cuidados básicos a un paciente, el control constante de signos vitales. Como es respiratorio, lo fundamental es saber cuánto satura un paciente; controlar el tema de las posiciones, atenderlo en lo que necesite, estar siempre disponible a esas necesidades. Los turnos son de 12 horas y es duro, pero me gusta trabajar en salud porque se puede ayuda a la gente».
Respecto a su visión de lo que ocurre en el país con el coronavirus, Rivera comenta que «es difícil, nadie conoce una pandemia así, hay una adaptación completa del sistema, el personal, las salas, protocolos. Cada vez se cumplen más procedimientos nuevos, ahora hay un protocolo establecido para los pacientes de cierta complejidad, un control más minucioso. Tengo amigas en otros hospitales, hablamos por WhatsApp de la experiencia y hay compañeras que, incluso, se han contagiado».
A modo de mensaje a la comunidad desde su experiencia con la pandemia, la referí expresa lo siguiente: «yo estoy exponiendo a toda mi familia a contagiarla, pero el hospital nos brinda todas las opciones para cuidarse, incluso allá tengo toda mi ropa de trabajo. Los cuidados y exigencias detrás de esto son enormes, uno debe cuidarse por la familia y los pacientes, pero ayudar a los enfermos es lo principal, para que la gente se recupere y vuelva a su casa. Pese a que muchos no han tomado conciencia, ojalá la gente sepa que es triste estar enfermo; que se cuide y cuide a su familia».