El Gráfico Chile

Revelan inédito diario de vida de crack chileno del Mundial de 1930

Guillermo “Monumento” Saavedra cuenta sus inicios en el fútbol, su particular llegada a la Selección y el viaje internacional que realizó con Colo Colo en 1927. “Yo tenía una voluntad inquebrantable y estaba dispuesto a luchar contra viento y marea”, dice. El relato es parte del libro “Yo iba entre las canchas” del periodista Leonardo Salazar.

En medio de la cuarentena por el covid-19, el periodista Leonardo Salazar publicó el libro “Yo iba entre las canchas. 30 protagonistas desclasifican 90 años de fútbol chileno”, en el que incluye 26 entrevistas y cuatro perfiles sobre personajes de todas las épocas.

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La investigación comienza con la historia de Guillermo Saavedra, quizás la primera gran figura del fútbol chileno. Líder de la Selección que participó en los Juegos Olímpicos de 1928 y en el Mundial de Uruguay 1930, “Monumento” registró sus vivencias en un diario de vida que, casi un siglo después, es publicado de manera inédita.

Chile en el Mundial de Uruguay 1930.

“Intenté contar la historia del fútbol chileno desde dentro, y para eso el diario de vida de Guillermo Saavedra fue clave. Él, que fue el Arturo Vidal de los 20 y 30, va relatando cómo era el fútbol en sus inicios y cómo logró ser futbolista”, señala Leonardo Salazar sobre el primer capítulo de “Yo iba entre las canchas”, que ya está a la venta en las redes sociales de @revistaelzorro.

“El presente libro concilia amenidad con profundidad y resulta imperdible, de colección, con testimonios que rescatan material sabroso del siglo anterior –los recuerdos del “Monumento” Guillermo Saavedra son una joya–, lo que hará las delicias de los lectores interesados en aprender de nuestro fútbol”, escribe en el prólogo Luis Urrutia O’Nell (alias “Chomsky”), Premio Nacional de Periodismo Deportivo y autor de una decena de libros.

La historia de Guillermo Saavedra es fascinante. Nació en Rancagua y luego partió a Concepción buscando sus sueños, según su testimonio.

Leonardo Salazar, autor del libro.

“Quería ir a otra parte, a ver si la suerte me sonreía. Todo esto pasaba teniendo nada más que 16 años. Me había retirado del Liceo el año anterior, teniendo por ello graves disgustos con mi padre, pues él quería que yo siguiera estudiando”. Guillermo Saavedra llegaría a la Selección en 1926 para el Sudamericano (hoy Copa América) jugado en Santiago. Y fue una de las figuras de un Chile que logró el primer triunfo de su historia. Pero su arribo a la concentración del Estadio El Llano todo le costó el doble:

Guillermo Saavedra.

“En estos días (José) Rosetti (entrenador del equipo) me enseñó varias quitadas y muchas cosas más que yo practicaba a pesar de saberlas. El día viernes me hacen levantarme temprano para que haga gimnasia bajo la dirección del Sr. Vera. Salto a la cuerda, flecciones, etc. El día sábado igual. Entonces yo le dije al Sr. Vera que el domingo tenía que jugar y no era posible que estuviera haciendo gimnasia. Me respondió que tenía que hacer no más. Me hizo hacer intensamente gimnasia. Quedé sumamente cansado y adolorido. Al otro día el domingo sería la gran prueba para mí. Cuando me levanto me siento sumamente cansado y dolorido por la gimnasia que me hizo hacer el día anterior sin darme siquiera masaje. En esta concentración no me hacían ni una atención, pero yo tenía una voluntad inquebrantable y estaba dispuesto a luchar contra viento y marea, como se dice vulgarmente, y salvar todos los obstáculos que se me presentaran”.

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Guillermo Saavedra siguió escribiendo en el viaje en barco con Colo Colo de 1927, aquel que terminaría con la vida de David Arellano. En Cuba, por ejemplo, cuenta de las andanzas del grupo de amigos fuera de la cancha.

Foto album familiar Guillermo Saavedra.

“En el hotel se junta con nosotros un compatriota y arrendamos un auto David Arellano, Chaparro, Morales, Subiabre, Fco. Arellano y fuimos a recorrer la ciudad, pasamos por distintos paseos mui hermosos. El barrio chino era mui bonito, como asimismo el barrio americano. Todo esto que hemos recorrido y haciendo un parangón con Santiago lo hallamos superior a nuestra recordada capital. La Habana tiene 700.000 habitantes. Me llamó también la atención que todos son unos grandes fumadores, casi todos andan con su gran cigarro puro, lo que en Chile lo hacen nada más que los que nosotros llamamos “palos gruesos”. El peso cubano es igual al dólar y corren igualmente las dos monedas. Después de comida fuimos al cine y es rotativo, es decir dan una función que principia a las tres de la tarde hasta las 11 de la noche, solo por 30 centavos”.

Los últimos días del crack son narrados en el libro por su hija, María Saavedra, entrevistada por Leonardo Salazar.

“Veníamos de un partido y a mi papá le dio un tercer ataque al corazón. A él le habían prohibido acercarse a una cancha de fútbol. ¡Mi papá murió con la pelota aquí, colgando en el brazo!”.

“Los propios protagonistas retoman temas complejos –añade Leonardo Salazar¬, como los actos de indisciplina presentes en distintas épocas o el rol que tuvo la dictadura de Augusto Pinochet en la Selección. Los entrevistados fueron muy generosos porque hablan sin tapujos de sus historias, y eso que algunas incluyen doping o alcoholismo. La idea era contar una historia sincera. Hay política también. Uno puede comprobar, además, el rol de tipos como Jorge Robledo, Fernando Riera o el mismo Marcelo Bielsa. Hay sabrosas anécdotas sobre ellos”.

En el libro habla desde Centroamérica Hernán Carrasco, uno de los creadores del Ballet Azul y ayudante de Fernando Riera para el Mundial del 62. También participan Caupolicán Peña, Ignacio Prieto, Arturo Salah, Pedro García, Eduardo Vilches, Jean Beausejour y Esteban Paredes, entre otros.

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