En el motociclismo de velocidad, luego del MotoGP, hay una categoría que le sigue en importancia y que también brinda carreras emotivas, entretenidas y abiertas. Y en ese Mundial de Superbikes, hay presencia chilena. Esta temporada, y luego de alguna aproximación hace algo más de un año, Maximilian Scheib forma parte de ese exclusivo mundo, luego de un exitoso tránsito por las categorías que son antesala de esta exigente competencia.
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Este fin de semana, el nacional tuvo su tercera cita de la temporada, en Portugal. Luego de un prometedor estreno -en un ya lejano sábado y domingo que marcaron el paso de febrero a marzo en Phillip Island (Australia)-, donde Scheib sumó puntos, el retorno a las pistas ha estado complicado para el chileno. El fin de semana pasado, en Jerez de la Frontera, y en las tres competencias de éste, en Portimao, “Maxi” no tiene mucho para celebrar.
Al margen de los abandonos del domingo en la Carrera de la Superpole y en la Carrera 2, y del 21º lugar conseguido en la Carrera 1, Scheib es de los primeros deportistas chilenos que ha podido experimentar el retorno a las competencias tras la pandemia. Y no le ha sido fácil.
¿Cómo ha sido volver a correr? ¿Muy diferente todo, considerando los protocolos sanitarios?
—Ha cambiado bastante. Es una nueva realidad a la cual hay que adaptarse. Los protocolos sanitarios son muy estrictos, pero también son los que han permitido que vuelvan las competencias.
El fin de semana pasado implicó el retorno en condiciones particulares, de mucho calor en España. En Portugal fue algo parecido, y todo esto luego de muchos meses sin poder probar sobre la moto…
—Fueron dos fines de semana muy difíciles. Eran condiciones extremas, y la falta de actividad claro que te pasa la cuenta. Pero para todos es igual y hay que saber lidiar con ello.
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¿Cuáles han sido las principales dificultades?
—¡El calor! Si bien realicé una pretemporada con mucho trabajo físico, la verdad que no me esperaba enfrentar algo así, correr con más de 60 grados en la pista.
Considerando esta irregular temporada, ¿cuál es el objetivo? ¿Ha cambiado algo respecto de lo que pensaba a principios de año como meta?
—El objetivo principal no ha cambiado, y es acumular experiencia, así como también demostrar mi potencial con miras a continuar en el Mundial de Superbikes para 2021.
¿Cuál sería un buen resultado para este año, tanto en una fecha en particular como en el resultado final?
—El objetivo, siempre, es estar en el top 10. No será fácil, ya que me enfrento a los mejores pilotos del mundo, y todos quieren estar peleando adelante.
Le ha tocado moverse por Europa por las competencias, luego de poder viajar para allá recién a principios de julio y tras extensas gestiones. ¿Cómo es la vida por estos días en Europa?
—La verdad que bastante tranquilo. Cuando no me tocan competencias, vivo en un pueblo pequeño cercano a Valencia, y está todo bastante normalizado. Mi día a día se basa en mi preparación física y entrenamientos sobre la moto cuando es posible… Y alguna escapada a la playa, de vez en cuando…
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