Nicolás Massú ya puede comenzar a sentirse como uno de los mejores entrenadores del mundo en el circuito. El chileno, quien ya lo había llevado en 2019 a ganar en Indian Wells su primer Masters 1.000, ahora guió a su pupilo Dominic Thiem (3°) a conquistar el US Open, el primer título de Grand Slam en la carrera del austriaco.
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Y el europeo lo hizo emulando a su coach nacional, remontando un partido que parecía perdido frente al alemán Alexander Zverev (7°) y que terminó ganándolo en cinco sets a pura garra y coraje, tal como en los mejores tiempos del «Vampiro», como en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
Por eso, el viñamarino se mostró emocionado y tras la corona le dedicó a su pupilo una emotiva publicación a través de redes sociales.
«Qué final, Dominic Thiem. Demostraste que los sueños se cumplen cuando crees en ti mismo y peleas hasta el final. El tenis es duro y este partido realmente merecía más de un campeón. Felicitaciones también a Alexander Zverev y su equipo por este sorprendente torneo. Gracias US Open y New York City», escribió en su cuenta de Twitter el otrora campeón olímpico.