El Gráfico Chile

Ronald Fuentes: “Mi carrera está orientada a ser DT, nunca más gerente”

El entrenador de Unión Española, que lleva canasta limpia en el reinicio del torneo, analiza a su equipo, anticipa los partidos que vienen ante Antofagasta y la “U”, y se refiere a la salida de Heller de Azul Azul.

Si hay un equipo que ha sorprendido en el retorno del Campeonato Nacional, ése ha sido Unión Española. Con una propuesta ofensiva y de buen trato del balón, los rojos se entreveran en los puestos de avanzada, amén esa impronta, responsabilidad del técnico, Ronald Fuentes, quien volvió a la banca tras un paso como gerente técnico de Universidad de Chile. Por eso, ahora, el entrenador hispano analiza lo realizado y anticipa lo que viene.

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¿Cómo analiza este retorno, que tiene a Unión Española entreverada en la cima?

Ha sido bueno, hemos ratificado lo que habíamos hecho en el inicio del campeonato en lo ofensivo. Antes de que se parara, éramos uno de los equipos que más goles había hecho, pero también nos habían convertido bastante. En este reinicio, le dimos hincapié a eso. Como colectivo, no como línea ni individualmente, buscando recuperar rápido el balón y que no nos generen tanto peligro. Dentro de todo, a pesar de que Católica -en el primer partido del retorno- tuvo varias oportunidades de gol, en los otros partidos hemos controlado bastante bien a los rivales, hemos sido superiores en oportunidades de gol, en juego, y eso nos ha permitido ganar y recomenzar con esta “rachita” de tres jugados y tres ganados.

Este equipo de la Unión tiene una impronta diferente a la de la Universidad de Concepción, su anterior experiencia como DT. Se ve más ofensivo. ¿Cambió usted?

Hay diferencias, pero porque las características de los jugadores son distintas. Lo individual es diferente en varias posiciones. Entonces, nos ha permitido tener un equipo que es mejor -desde lo técnico- para la posesión, llega más asociado a tratar de definir. Ahora hemos agregado tratar de marcar una zona de retroceso, no tirarnos más atrás de eso. Fue lo que se vio con Católica, que pensaban que tirábamos la línea de fuera de juego… Si bien es para poder utilizarla en algún momento, no es lo que intentamos, sabemos que es muy peligroso.

Unión juega bien sin tener grandes nombres ni tan vinculados al buen trato del balón, como Palestino, por ejemplo, que tiene a Luis Jiménez…

Acá hay jugadores que son infravalorados, que tienen buenas condiciones, que han estado mucho tiempo en equipos que no son de renombre, pero que han mantenido el nivel futbolístico bueno y así lo han demostrado. No queremos ser un equipo de rachas, queremos ser un cuadro compacto, que a través del juego bien ejecutado pueda ganar partidos. Sentimos -y la historia del fútbol así lo indica- que los equipos que juegan bien son los que tienen opciones de lograr los objetivos. Por eso damos énfasis a los trabajos de posesión, para buscar presiones y todo lo que tenga que ver con los movimientos ofensivos, las triangulaciones por las bandas… Cada uno de los jugadores está en pos de lo colectivo. No hay nadie que se sienta más importante que otro compañero en el plantel, lo que habla bien de un grupo que es joven, pero maduro.

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¿Cuál fue la clave para volver tan bien del receso?

Hay varias cosas. Cuando nos volvimos a juntar después de la pandemia, en la conversación con los jugadores, el foco era que llegar al 100 por ciento para el primer partido y no con la excusa de los meses sin jugar. Nos preparamos, por la forma de trabajar que tenemos, para llegar al máximo nuestro. Después, el partido se dio, también el resultado, y se vieron reflejadas cosas en las que trabajamos. Hay cosas que nos quedan por mejorar, está claro. Pero el trabajo lo llevamos en relación al juego: todo con balón de por medio. Me da la sensación de que a través de eso, más la forma de jugar que tenemos -que ya está en el ADN del equipo-, se nos hizo más fácil volver a competir.

Luego de tres partidos seguidos, juegan recién el jueves por la 11ª fecha, con Antofagasta, y una semana después viene la “U”. Dos partidos complicados…

Son dos partidos difíciles, pero son todos los partidos complicados. Si no somos capaces de contrarrestar las cosas buenas de Antofagasta y la “U”, la vamos a pasar mal. Por eso, tenemos que hacer buenas lecturas de los partidos. Si bien Antofagasta cambió de técnico, sigue manteniendo un patrón de juego con mucha posesión, tiene un juego aéreo importante, además del juego por las bandas, pero es un equipo que tiene desequilibrio individual… De la “U”, ni hablar… Independiente del momento que viva, es un equipo grande y tiene jugadores de categoría. En lo individual, tienen a (Walter) Montillo, Pablo (Aránguiz), Matías (Rodríguez) que se proyecta, (Joaquín) Larrivey… Hay harto de qué preocuparse, pero estamos confiados en que nuestro nivel colectivo pueda producirles daño también.

Cuando llegó a Unión, venía de varios años sin dirigir. ¿Qué le acomoda más: ser entrenador, gerente técnico o comentarista?

Afortunadamente, lo de comentarista duró poco. Me gusta mucho, pero se presentó la oportunidad de dirigir a Unión. Estoy muy agradecido de la oportunidad que me dio la radio ADN. Fue un aprendizaje importante estar junto a periodistas muy destacados y creíbles. Eso ayuda a desarrollarse. Lo de gerente técnico, lo viví una vez, por querer estar al lado de Carlos Heller, a quien le tengo un cariño gigante, porque es parte importante de mi desarrollo futbolístico en esta segunda etapa de entrenador. Estuve feliz de ayudarlo. Creo que hicimos cosas buenas. Para mí, fueron dos años de un aprendizaje increíble… Pero mi carrera está orientada a ser entrenador. Y, si en algún momento no tengo pega como entrenador, si se da la opción, trabajaré como comentarista. Nunca más de gerente técnico. Es muy difícil hacer gerenciamiento en Chile, sin presupuesto ni ideas claras de lo que quieren las instituciones, mucho más cuando hay muchas bocas (opinando). Cuesta mucho.

Hablando de su relación con Heller, ¿qué le parece su salida de la propiedad de la “U”?

De Carlos pueden decir muchas cosas, estuve con él, lo conozco bien porque trabajamos mucho tiempo, en la “U” e Iberia. Es un tipo muy apasionado y siempre quiere lo mejor para sus clubes. Con la “U” no fue diferente. Se entregó por completo, en lo económico también trató de hacer lo mejor. pero, lamentablemente, no se le dieron los resultados para todo lo que invirtió. Creo que es bueno que deje la propiedad de Universidad de Chile, para que pueda tener tranquilidad en su vida y no se le cuestione como una persona que hizo una mala gestión. Todo lo contrario: el quiso, siempre, lo mejor para la “U”. No se le dieron las circunstancias y me parece que es momento de que pueda descansar emocionalmente y disfrutar de su vida fuera del fútbol.

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