Qué duda cabe. La UC mereció ganarle fácil al América, pero en Cali quedó fielmente reflejada esa diferencia entre el fútbol chileno y el continental de la que tanto venimos hablando en el último tiempo.
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Afuera no te perdonan. Dituro, casi infalible en el medio local, cometió similar error que ante el Inter en Porto Alegre y fue gol en contra.
Lo mismo con Aued. “Luli” ha metido 13 de los 14 penales que pateó desde que llegó a nuestro país, pero falló en el Pascual Guerrero y hubo que seguir remándola desde atrás.
Así y todo, la “Franja” se recuperó anímicamente y pudo empatar gracias al resistido Zampedri. Te guste o no, los números del argentino son irrefutables.
Pero no bastó, por un tanto mal anulado, porque Pinares no la picó bien como frente a Coquimbo -pese a estar en una posición bastante más cómoda- y porque terminó siendo farra. En el Campeonato Nacional, este partido terminaba en goleada “cruzada”.
Ahora, como en el 2017 y 2019, la Católica deja la sensación de que tiene con qué en la Copa, pero no termina de plasmarlo, más allá de que ha tenido mala suerte en los sorteos. Lo peor es que mañana, en la visita a Gremio, ni siquiera sirve mucho el empate.
La UC de América tiene que ser la UC de Chile este martes para seguir con vida.