Columna de opinión: El Chile que resiste, de la mano de Bravo y Vidal

Vamos a tener que acostumbrarnos a sufrir en este proceso eliminatorio, después de habernos malacostumbrado a disfrutar con eso de ir siempre al frente.

“El partido demostró que los resultados no se conservan cediendo el balón y defendiendo cerca del arco propio. Se conservan tratando de seguir haciendo lo que permitió establecer la diferencia, que es jugar en campo rival y atacar. Es un error pensar que para conservar un resultado hay que hacer lo contrario a lo que se hizo para obtenerlo”. La frase es reciente, del 21 de septiembre, y le pertenece a Marcelo Bielsa, luego de que su Leeds le ganara sufriendo al Fulham por 4-3, tras haber estado con una cómoda ventaja de 4-1. Así siente el fútbol el rosarino, con sus virtudes y defectos, y así lo sienten -también- los hinchas de Chile desde que él se hizo cargo de la “Roja” y le infundió la mentalidad de nunca dejar de ir al ataque.

Por eso, más allá del desahogo por el triunfo del viernes sobre Perú, a muchos les quedó ese gustito amargo en el paladar porque, en el segundo tiempo, el equipo de Reinaldo Rueda salió a esperar el pitazo final. Esto, con el antecedente fresco de Colombia, donde el desarrollo fue similar y nos empataron en los descuentos.

Esta vez, sin embargo, hubo oficio, principalmente por la seguridad que transmite Claudio Bravo y porque Felipe Mora, por ejemplo, se fabricó varios fouls para el respiro, como no pudo hacerlo Eduardo Vargas ante los “cafeteros”. Punto a favor para “Rei”, quien, según cuentan, no quería citar a “Turboman” para la primera doble fecha, pero cedió a la presión de los jugadores.

Ahora, el fondo del asunto es que vamos a tener que acostumbrarnos a resistir en este proceso eliminatorio, después de habernos malacostumbrado a disfrutar con eso de ir siempre al frente en la etapa iniciada por el “Loco” y perfeccionada con Jorge Sampaoli. El actual seleccionador está gestionando a un plantel veterano, cuyos referentes, sacando al portento físico de Arturo Vidal, lo han pasado mal con las lesiones en los últimos años.

Hay que asumirlo, difícilmente volveremos a ver a una máquina ofensiva durante los 90 minutos. Nos guste o no, es el camino que eligió la dirigencia cuando decidió contratar al colombiano, quien, además, está haciendo el trabajo sucio del recambio que no hicieron sus antecesores.

Es el nuevo Chile, que de la mano de Bravo y Vidal, dejando sus diferencias de lado, corre este maratón que son las Clasificatorias, como las definió Rueda. Y en los maratones hay que aprender a sufrir para llegar a la meta.

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