El exjugador del Real Madrid, Robinho, fue condenado en segunda instancia a nueve años de prisión por una violación grupal ocurrida en 2013, en Milán.
PUBLICIDAD
El brasileño jugaba en el Milan en esa temporada y participó junto a un amigo, Ricardo Falco, en la violación de una chica albanesa que estaba celebrando en un conocido local su 23 cumpleaños.
El Santos, que había anunciado a principios de octubre el regreso del delantero brasileño, de 36 años, suspendió poco después su contratación tras las presiones surgidas por la condena por violencia sexual que recibió en Italia. En un comunicado publicado por el Santos, se explicó que la operación fue suspendida para que el jugador pudiera «concentrarse exclusivamente en su defensa en el proceso que transcurre en Italia».
Robinho desmintió las acusaciones en 2014, cuando trascendió la noticia de que Italia le investigaba por estos hechos. En 2017, el futbolista había sido condenado a nueve años de prisión por ese hecho, sentencia que fue ratificada en su apelación.
En octubre de este año salieron a la luz los audios de las grabaciones telefónicas que hizo la Justicia italiana en el marco de la causa y que derivaron en la condena del delantero, quien siempre negó las acusaciones y que tan solo se limitó a recalcar que “mantuvo sexo oral” de manera consentida con la denunciante.