El futbolista chileno Paulo Díaz fue protagonista de una jugada que pudo cambiar la historia en reñida llave por las semifinales de la Copa Libertadores 2020 entre River Plate y Palmeiras.
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Se jugaban los descuentos del partido de vuelta en Brasil, River ganaba 2-0 y buscaba impetuosamente el tercer gol que le permitiera forzar la definición en la tanda de penales cuando Díaz recibió un fuerte puñetazo en el área rival por parte del arquero Weverton.
El zaguero formado en Palestino acusó el dolor del impacto, pero no se fue al suelo. La jugada siguió, no hubo reclamos en cancha ni tampoco revisión del VAR por parte del equipo arbitral liderado por el uruguayo Esteban Ostojich.
Para el ex árbitro Miguel Scime, aquella acción fue un claro penal. «En un VAR que sanciona jugadas que son hormigas, esto me pareció un elefante. Es penal y amonestación por una jugada temeraria, y se tenía que ir porque tenía amarilla», declaró el ex réferi, según consigna Olé.
El ex integrante de la Comisión Arbitral de la Conmebol y ex director de Arbitros de la AFA aseguró que «fue infracción de Weverton sobre Paulo Díaz. Viene la pelota, Díaz se eleva de forma vertical hacia arriba y el arquero de forma horizontal hacia adelante, hay contacto de dos puños contra la cabeza».
«A la regla no le interesa la intención. Se produce un riesgo físico para el adversario. Si Díaz se tira al piso, el VAR lo hubiera llamado, le faltó picardía», cerró.